Y en el
inmenso océano de tus ojos me perdí. Me encontré en un lago repleto de
incertidumbres, de momentos aún no vividos, de besos no robados, de miradas no
encontradas.
Y en el
inmenso océano de tus ojos me perdí. Y entonces tú conseguiste encontrar los
míos, ni siquiera buscaste, solo encontraste mi mirada pidiéndote sin hablar
que me amaras, que me quisieras. Con ese amor sin límites, ese que te hace
volar a las estrellas más lejanas, ese que te deja sin aliento.
Y me
amaste, solo con tu mirada, me amaste, me quisiste, te entregaste sin reservas,
me subiste a la estrella más alta, juntos alcanzamos la luna, y juntos la
bajamos. Nos amamos entre sábanas de colores, no de esas blancas de las
películas, no, con sábanas verdaderas, esas desparejadas, de colores
diferentes, de colores desgastados. Y entre esas telas, nos reímos a
carcajadas, descubrimos los distintos usos del chocolate, del caramelo, y de
multitud de alimentos que se mezclaron con los ingredientes de nuestro amor.
Y te
quise, y me quisiste, y me perdí en el océano de tus ojos, y te perdiste en el
mar de los míos. Y vivimos ese amor de película, ese del que nadie habla, ese
que empieza con la palabra Fin, ese que se alimenta del día a día, de las
peleas a voz en grito, de las duchas con agua destemplada, de los momentos de
sofá cada uno en una esquina buscando nuestro territorio, de los libros leídos
entre dos al mismo momento, de las discusiones sobre política, sobre Dios,
sobre la crisis, de la falta del dinero y lo que hace en nuestros corazones. De
ese amor nuestro.
Y te
miro y me miras, y después de tantas y tantas miradas, me sigo perdiendo en el
océano de tus ojos, te sigues perdiendo en el mar de los míos. Y ese amor de
película aún no ha terminado, y ese amor de película está nutriéndose poco a
poco, día a día, con la rutina y las sorpresas, con los besos robados, con las
caricias eternas, y los abrazos abandonados.
Y en el
inmenso océano de tus ojos me perdí, me pierdo, me perderé…
Hermoso texto de amor. En este mundo materialista y pragmático el amor sigue siendo un buen pretexto para escribir.
ResponderEliminarUn beso.
El amor siempre. Es lo más bonito que tiene el ser humano.
EliminarUn besillo.
Un texto muy romántico y precioso, muy alejado del romanticismo cursi y empalagoso. Prosa poética o poesía en prosa, da igual. El resultado es el mismo.
ResponderEliminarUn amor así ha de durar lo indecible.
Un abrazo.
Jajaja a veces el amor empalagoso también apetece. Esta vez lo dejaremos aparcado a un lado.
EliminarMuchas gracias.
Un besillo.
¡Amén a todo! menos en lo de las peleas a gritos. Los gritos son violencia, y sobran en ese océano de amor inconmensurable.
ResponderEliminarProsa versada en amor cotidiano y maravilloso.
Gracias por compartir sentimientos.
Besos
A mí tampoco me gustan los gritos, las peleas vienen bien, pero bajito. Con niños,además, las peleas son en susurros y entre dientes, jajaja.
EliminarLuego vienen las benditas reconciliaciones.
Un besillo.
Precioso relato al amor de hoy y de siempre, del que sigue, del que es verdadero , del que con las miradas se dicen todo. Que sigas enamorada de tu chico hasta la eternidad, ¡No hay nada mas bonito que un amor correspondido y duradero ? No hay nada más.
ResponderEliminarUn abrazo
P. D. amiga Maria , no puedo lanzar mis trabajos de mi blog , estoy penalizada y hasta el día 20 no me dejan compartir, si los queréis leer tenéis que verlos en mi blog. Tengo otro entrega de Arrugasen la sabana y una carta para el concurso de relatos extraordinarios Vosotros si los podéis compartir y difundir. No os podré contestar, os contestaré a través de vuestros blog.
Muchas gracias por tu información. Pasaré por tu blog. A ver si me dejan estos días de no parar.
EliminarUn besillo.
Qué texto tan romántico, María! Hay amores de película que no suceden en el celuloide, sino de puertas adentro de una casa normal. Muy bonito, me ha gustado mucho :)
ResponderEliminarUn besillo de lunes!!
Julia te contesto desde aquí a tu relato de Malena. Pues si y vamos muy bien , con la intriga de lo que nos va deparando la historia.Un abrazo
EliminarP. D. amiga Julia, no puedo compartir mis trabajos de mi blog , estoy penalizada y hasta el día 20 no me dejan compartir, si los queréis leer tenéis que verlos en mi blog. Tengo otro entrega de Arrugas en la sabana, y las carta que escribí a mi hijo para el concurso Vosotros si los podéis compartir y difundir. No os podré contestar, os contestaré a través de vuestros blog. Si me quieres ayudar difunde mis post. Muchas gracias
Muchas gracias Julia. Es que a veces las películas nos dan una visión demasiada idelaizada de lo que es el amor. Y luego vienen las decepciones, jejeje.
EliminarUn besillo.
Maria del Carmen, a mí no me importa, pero creo que a Julia le gustaría que le contestaras en su propio Blog, jejeje.
EliminarUn besillo.
Es precioso, un texto lleno de amor y ternura. Y si no todo es de color de rosa en el amor pero hasta las discusiones y diferentes formas dde pensar en todos los ámbitos de la vida, no quita para que dos personas se amen como tú reflejas en tú texto. un beso TERE.
ResponderEliminarClaro, lo mejor es amar a una persona que no sea igual que tú, sino vaya aburrimiento.
EliminarUn besillo.
Esta prosa poética tiene la virtud de enamorarnos a todos, María, es un texto precioso, romántico sin resultar empalagoso, y muy, MUY bien expresado ese amor de día a día... me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso enorme
Muchas gracias. A veces viene bien una dosis de amor.
EliminarUn besillo.
Precioso, romántico, de erizar vellitos... =)
ResponderEliminarMe encanta, gracias.
EliminarUn besillo.
Qué preciosidad María, amor del para toda la vida. Un sueño armonioso, ains... que bonito!!!
ResponderEliminarMirar y que te miren así es maravilloso, :)
Besos.
Si, el amor es lo que tiene. Y las miradas dicen mucho.
EliminarUn besillo.
Hermoso, María. No se por qué, pero en un momento u otro, todos tenemos la necesidad de escribir sobre el amor... Por qué será? El día que no tengamos esa necesidad, será momento de empezar a preocuparse. Tú lo haces muy bien.
ResponderEliminarBesos
Ay es que el amor tiene ese yo que sé, que se yo, que nos vuelve locos y nos vuelve la vida del revés.
EliminarUn besillo.