Se
acerca San Valentín, y como motivo del día del amor, las niñas y yo hemos
decidido hacer Tarjetas dl Día de los Enamorados. Ellas han querido hacérselas a
sus seños, así que hemos cogido nuestra caja de manualidades y nos hemos puesto
a ello.
Lo primero
es decidir cómo va a ser la tarjeta. Si a vuestra imaginación le ha pasado lo
mismo que a la mía, es decir, que ha volado a un sitio mejor, os recomiendo
Internet. Hay millones de tarjetas, de todos los modelos, colores y formas.
Las
tres nos ponemos a mirar en la Tablet montones de fotografías de ellas, e
intentamos elegir la que más nos guste y la más asequible para que ellas puedan
hacerla.
Una vez
elegida, cogemos los materiales, los principales para una tarjeta son:
Cartulinas, pegamento, tijeras, distintos papeles para los adornos y los
corazones, purpurina (nunca puede faltar), colores, y todo lo que se os ocurra
para hacer la tarjeta que os guste. Para el amor no existen límites.
Las
tres nos ponemos manos a la obra, pintamos, recortamos, pegamos, escribimos,… y
en una horita ya están hechas las cuatro tarjetas. No tengo foto, lo siento. Las
niñas las metieron directamente en sus mochilas para no olvidarse de dárselas a
las seños.
Una vez
terminadas, toca recoger. Y aquí nos encontramos con el misterio del día. La
tapadera del pegamento ha desaparecido. Ninguna niña ha salido del salón, así
que nos ponemos a buscarla por todas partes, debajo del sofá, por las esquinas,
nada. Se ha esfumado por arte de magia.
Ya que
están recogiendo, las mando a recoger su cuarto, aquella habitación, más que
cuarto, podría llamarse leonera. Y ellas entre protestas recogen, hasta que la
mayor viene corriendo y me dice:
-
¡Mamá, la tapa del pegamento!
-
¿Dónde estaba?
- En el
cuarto.
- ¿Y
cómo ha llegado allí?
- No lo
sé mamá, será una aventura.
- Si
hija, será un misterio.
Hasta
ahora que me devano los sesos pensando en cómo ha podido llegar la tapadera del
pegamento al cuarto, sigo sin entenderlo. Como bien dice mi hija será una
aventura.
Siguen
recogiendo y las oigo al otro lado de la puerta. No penséis que soy una mamá
cotilla, es que estoy en el cuarto de al lado y mis paredes son de papel.
La
peque está cansada de recoger y le dice a la hermana mayor:
- Estoy
cansada, se me rompe el corazón.
- No se
te rompe porque es de madera.
La
peque indignada le contesta:
- No es
de madera, es de cartón.
- No es
de cartón. Además el cartón no se rompe. El corazón es de alma y el alma no se
rompe. Si se te rompe el corazón te mueres, pero eso no va a pasar. También si
te rompes el cuello te mueres, pero eso no va a pasar.
La
hermana pequeña asiente, haciendo ley lo que le explica su hermana mayor, y yo
en el cuarto de al lado, me pregunto cómo pueden tener esos conceptos en sus
cabecitas tan pequeñas.
Ya es
la hora de la cena, y así se ha pasado la tarde, entre manualidades, aventuras
y misterios y conversaciones trascendentales.
Maria aunque no los muestres seguro que habéis hecho unas tarjetas preciosas por que están hechas con corazón y buena voluntad. Algunos años yo también he hechos tarjetas para todo, para los enamorados, para navidad y este año pasado hice marca-páginas que en encantaría saber vuestras direcciones para enviaros en alguna ocasión. Haré más y un día os las mostraré. Un abrazo
ResponderEliminarP.D. Te contesto por aquí porque sabes me han penalizado hasta el dia 20 si no me echan por que infrinjo las reglas de Google por no se que he hecho , el caso que no me deja ni compartir mis relatos, ni contestaros a vuestros comentarios, ni me deja compartir los vuestros , y en algunos casos ni contestaros así que os agradezco que vosotros podáis compartir mis relatos y así pueda llegar a ser leídos. Michas gracias Maria por está ahí pendiente de mi blog.
La verdad es que a mis hijas ya mí nos encanta hacer manualidades. Ellas se entretienen y yo también. Cualquier excusa es buena, sea el día de los enamorados o cualquier otro día.
EliminarUn besillo.
Me he tenido que reir a carcajadas con tu post, María jajajaja. Qué cosas tienen los críos, es increíble. A saber dónde o cuándo se hicieron ellas esas ideas en sus cabecitas.
ResponderEliminarYa veo que pasaste la tarde más que entretenida y ocupada, lo mejor del mundo (aunque surjan algunos misterios sin resolver como el del tapón del pegamento) :P
Muy bueno, me lo he pasado bomba!!
Besitos y buena tarde.
Me alegra que te haya hecho reír. La verdad es que yo no puedo evitar reírme con algunas cosas que tienen.
EliminarSon estupendas y me lo hacen pasar genial.
Un besillo.
Ay, las tardes de manualidades! Yo tengo pendiente las tarjetas de San Valentín (Seguro que me toca mañana). Escuchar a los peques es un lujo muy, muy divertido y resolver misterios...
ResponderEliminarUn abrazo
Seguro que ya las has hecho.
EliminarLa verdad es que escucharlos sin que ellos lo sepan es lo mejor. Tienen toda la libertad para inventar y tú te lo pasas bomba.
Un besillo.
Ay, María, cómo me ha gustado esta entrada. Me ha recordado a las charlas trascendentales que tenían mis sobrinitas cuando eran pequeñas, solo que yo si que era cotilla (sus conversaciones eran buenísimas) y hasta llegué a grabar alguna en una cinta, para transcribirla luego y hacer un relato con ella. ¡¡Qué imaginación tienen los niños!!
ResponderEliminarUn post divertido y lleno de cariño, me ha encantado. Un beso enorme
La verdad es que tienen una imaginación desbordante. Qué pea que el paso del tiempo nos borre esa inventiva, jejeje.
EliminarUn besillo.
Jajajaja, me encanta!!!! Me has recordado las conversaciones de mis hijos, eran también buenísimas nos hemos reído mucho todos con ellas. UN besito.
ResponderEliminarMe alegro de que te hayan gustado. La verdad es que los niños son increíbles.
EliminarUn besillo.
Ayyyyyy pero que bonitas que son!!! Me muero de amor con mis princesas!!!
ResponderEliminarLa verdad es que es para morir de amor, que te vy a decir que tú no sepas...
EliminarUn besillo.