Relato escrito a dúo con Edgar K. Yera.
El agua
casi fría me corría por el cuerpo, mientras me acordaba de que a ella le
gustaba hirviendo. Nunca nos pudimos duchar juntos. Ese juego no era para
nosotros.
Mientras
me vestía, imágenes de nuestra vida me llegaban a la cabeza sin poder ni querer
evitarlo. Los días casi sin vernos por los trabajos, los fines de semana de
viajes, horas de carretera y noches de hotel, tardes de domingo bajo las
sábanas, peleas a gritos, y dulces reconciliaciones.
Este
año hace seis años que no sé nada de ella. Seis años que nos vimos por última
vez. No fue fácil, ni difícil, fue una decisión obligada, esperada, una
decisión que sabíamos que teníamos que tomar. No hubo despedidas cubiertas de
lágrimas, no hubo reproches ni peleas, solo maletas y cajas.
En solo
dos días nuestra casa estaba vacía, recién pintada y lavada para los siguientes
que quisieran dejar recuerdos allí. Los nuestros pasarían factura. Los dos
salimos juntos, dejando todo atrás, sin mirarnos, sin hablarnos, con la cabeza
agachada mirando el suelo del ascensor. En la calle dos taxis nos esperaban. Ni
siquiera hubo un adiós. Como dos desconocidos, nos subimos a aquel coche sin
mirar atrás, esperando que aquello pudiera limpiarlo todo. Nada más lejos de la
realidad.
Muchas
mujeres han pasado por mi vida, algunas se han quedado más de la cuenta, pero
cuando se daban cuenta de que no podía darles más, se iban. No he llorado por
ninguna de ellas, a ninguna la he querido. Mi corazón se vació mucho antes de
que ella se fuera.
Ahora,
seis años después nos encontramos. Ella compraba manzanas, y yo esperaba mi
turno. Solo cuando la oí hablar me di cuenta de quién era. Ni la miré. Me quedé
tan quieto que ella chocó conmigo. Se había quedado tan inmóvil como yo. Su
pelo ya no era largo y rubio, ahora era corto y moreno. Sus ojos verdes me
seguían confundiendo.
— Hola.
— Hola.
Nuestras
voces apenas salieron en un susurro. Yo carraspeé para despejar mi garganta
seca. Nuestras miradas seguían conectadas, no éramos capaces de separarnos, estábamos
tan cerca que casi nos rozábamos. Podía sentirla de nuevo, esa sensación
conocida volvió a mí con tanta rapidez como se había ido entonces.
—
Tenemos que hablar.
Yo
asentí. Seguía sin poder hablar. Noté como metía su mano en el bolsillo de mi
pantalón con la confianza de años juntos, como si no hubiera pasado el tiempo,
como si aquellos años separados solo hubieran sido un sueño. Sacó mi móvil y
apuntó algo. Lo volvió a guardar y se fue. Yo seguí mirando a lo que ahora era
el infinito en vez de sus ojos.
Hoy era
el día que había apuntado en mi agenda. Hoy era el día en el que tendríamos que
afrontar todas las decisiones que tomamos en su día. Hoy tendría que resolver
si hablaríamos y nos diríamos todo aquello que no habíamos querido contarnos
entonces. Nuestros secretos acabaron con nosotros. Ahora tendríamos la ocasión
de sacarlos a la luz.
Esperaremos los acontecimientos y los que nos depara esta historia. Un abrazo
ResponderEliminarEsper que te haya gustado el comienzo, y que el final te siga gustando.
EliminarUn besillo.
Buen inicio, sí señor. A ver que nos depara la este relato. Un abrazo! ; )
ResponderEliminarMe alegro de que te guste. Espero que el final te sorprenda.
EliminarUn besillo.
Qué prometedor!!! ( impaciente ya para leer la segunda parte).
ResponderEliminarTe sonrío con el Alma.
Si, en poquito estará publicada la segunda parte.
EliminarUn besillo.
Secretos, secretos ya sólo con el título abrís la caja de Pandora y escapa para empezar "el suspense". Un abrazo.
ResponderEliminarPues me alegro de que queráis abrirla y echar un vistazo dentro. Aunque claro, con la caja de Pandora nunca se sabe...
EliminarUn besillo.
El tiempo suele templar los ánimos y aclarar las ideas. Quizá ahora se digan lo que no se dijeron entonces. Pero, aun así, me intriga el título. ¿Qué secretos nos descubriréis?
ResponderEliminarUn abrazo.
P.D.- Hacéis muy buena pareja...literaria, jeje
La verdad es que trabajar con Edgar es muy fácil.
EliminarEspero que los secretos estén a la altura de tus espectativas.
Un besillo.
Ayyyyyyy que intriga!!!! Me ha encantado pero lo de esperar no es lo mío, jejeje.
ResponderEliminarBesos y feliz semana.
No te preocupes que tendrás que esperar poco. Esta tarde tendrás la segunda parte.
EliminarUn besillo.
Ayyyyyy malvados!! me dejaron con la intriga. Buenísimo inicio de relato. Esperamos con mucha espectativa ese primer secreto. Besos y felicitaciones a ambos.
ResponderEliminarMe alegra haberte dejado con la intriga. Seguro que ya sabes el final, jejeje.
EliminarUn besillo.
Bueno, je, no parece que haya que esperar mucho... por ahí delante veo algo de Edgar. Y menos mal, porque nos has dejado casi como se quedaron ellos el día del ascensor: a dos velas, ja ja. ¡Qué bien narrado! Hay ahí pistas que parten hacia muchos secretos, veamos por dónde nos sorprendéis
ResponderEliminarUn beso María
Pues si, seguro que no has esperado mucho. Las letras de Edgar no se han hecho esperar.
EliminarLos secretos ya están descubiertos, o casi,...
Un besillo.
Secretos a punto de destaparse... Qué deparará esta historia? Buen comienzo, pareja!
ResponderEliminarBesillos a los dos!
Muchas gracias, me alegro de que te haya gustado. Espero que el final también.
EliminarUn besillo.
A ver esos secretos que nos descubren. el comienzo es prometedor, me voy a leer a Edgar, temo lo que pueden haber escrito sus manos al dictado de sus mente retorcida y malévola.
ResponderEliminarBesos para ti.
Seguro que no te habrá decepcionado, tiene un don para sorprender y llevarnos a lo más oscuro.
EliminarUn besillo.
Muy buen relato este a dos manos que me ha dejado con ganas de leer la continuación. Mientras leía me iba preguntando qué les ha pasado, qué se contaran, cuál es el secreto, así que con ganas de saber por dónde sorprenderéis.
ResponderEliminarUn saludo
Pues espero que la segunda parte te haya sorprendido. Los secretos nos rodean...
EliminarUn besillo.
Hola María,caminando llegué hasta tú casa, quí me quedo para ver como se van destapando palabras...
ResponderEliminarGracias, buena tarde, besos de colores..
Pues eres bien recibido. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Habéis creado entre los dos un relato muy bueno. Tu comienzo hace que el final de Edgar (o su continuación) sea toda una sorpresa. Os ha quedado genial. Si continúa, bien, pero si no lo hace, también queda muy bien.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias. No sabemos si continuará, no es un final cerrado del todo. Lo que si es seguro que veréis más relatos entre los dos.
EliminarUn besillo.
Un relato genial María Me ha gustado el principio y me ha sorprendido el final. Un besito guapísima.
ResponderEliminarMuchas gracias guapa. Me alegra de que te haya sorprendido el final. Edgar tiene buenas manos para ello.
EliminarUn besillo.
Tratándose de una colaboración de dos de mis personas favoritas de la blogosfera, no podía quedarme sin leeros jeje. Me pregunto si al haberte encargado tú del personaje masculino (o al menos de sus pensamientos), Edgar se ocupará del femenino. Eso ya es un interesante interrogante que responder, al igual que esos secretos que espero que saquen a la superficie. ¡Buen inicio María, un beso!
ResponderEliminarPues si, cada uno en el polo opuesto. Así lo hace más interesante. Seguro qeu sus letras no te dejaran indiferente.
EliminarUn besillo.
Qué bueno leeros de nuevo a Edgar y a tí en un relato a dúo, María. El comienzo te deja en vilo, deseando saber muuuucho más. ¡Muy bueno! Voy corriendo al blog de Edgar a conocer la continuación.
ResponderEliminar¡Un besillo de miércoles!
Pues me alegro de haberte dejado con la intriga, seguro que Edgar te sorprenderá con creces.
EliminarUn besillo.
Me gusta, bastante interesante...veamos la pròxima parte...!
ResponderEliminarMe alegro de que te guste. Seguro que la segunda parte también ete encantará.
EliminarUn besillo.
¡Hola! Vengo del blog de Edgar K. Yera. Bonito inicio para un relato. Se refleja muy bien esa sensación de extrañeza y de estar ante lo conocido y, al mismo tiempo, desconocido. Es lo que se siente cuando te reencuentras con alguien con quien has mantenido una relación.
ResponderEliminarYo también tengo un blog de relatos. Te paso el enlace para que puedas pasarte, por si te interesa. Me gustaría que pudiéramos enriquecernos mutuamente comentando nuestras obras.
relatosladoncellaerrante.blogspot.com
¡Saludos!
Hola Noemí. Bienvenida a mi blog. Le echaré un vistazo al tuyo. Ya sabes puedes pasearte por aquí todo lo que quieras.
EliminarUn besillo.