8/1/15

Repaso

     Después de espiar varios blogs, como os he confesado que hago a veces, me he topado con una idea insistente. Repaso del año vivido. Yo nunca lo hago. Lo dejo pasar, y recibo al siguiente siempre con el mismo brindis en mi boca: ¡Salud! Que para mí es lo más importante después de todo lo vivido.

     Así que, haré un repaso de mi año vivido, aunque llegue un poco tarde, y con mi memoria de pez veremos a ver de lo que me acuerdo.



     Yo soy persona de relaciones, me gusta tener en mi vida personas que me llenan y me hacen reír. Personas que me aportan cosas buenas y malas que son las que me ayudan a crecer como persona.


     Así que hablando de relaciones, este año ha sido bueno. Mi relación más especial es la de mis hijas, si, para ellas aún soy su heroína, su punto de apoyo. Y para mi mayor ya me voy convirtiendo en su cómplice de aventuras, con ella creamos secretos e inventamos aventuras. Con mi pequeña bailo, río, me abrazo, es mi osito de peluche, aún es mi bebé de dos años.


     Con mi amorcito, este año hemos descubierto cosas y aspectos nuevos, hemos creado momentos y sobre todo nos hemos reído. Y como siempre sigue siendo mi todo. Aunque también hemos tenido nuestras peleas, pero bueno, ¿Qué es una relación sin peleas?


     Este año, mis primas y mi hermana han sido, como son siempre, mis paños de lágrimas, mis orejas, mis puntos de apoyo, mis cómplices, y sé que eso con el paso del tiempo no ha cambiado. Este año he disfrutado de mis sobrinos, no todo lo que yo hubiera querido, así que como propósito del año que viene será verlos mucho más. Este año he tenido un sobrino nuevo, un bebé precioso que no se hizo esperar al que adoro coger y besarlo.


      Este año he disfrutado de mi abuela, que más que una abuela, como yo le digo, es mi crítica constante, es la que me pone los pies en el suelo, y a la que le tengo que recordar entre risas que me diga lo guapa que estoy.


     Este año hemos tenido peleas sin sentido con personas que queremos, peleas que se han arreglado hablando, porque así se arreglan las cosas, hablando, porque uno de mis defectos es que suelo decir las cosas a la cara y me callo poco. 


     Este año hemos tenido nuestras primeras vacaciones familiares, nuestras primeras vacaciones de más de dos días los cuatro juntos. Cinco días disfrutando juntos, lejos de la rutina, donde he visto a mis hijas disfrutar como enanas, que es lo que son. Unas vacaciones significativas.


     Este año he seguido con mis amigas de siempre, esas que están siempre ahí, esas con las que hablo horas por teléfono, esas amigas de batas, esas amigas de risas, y aunque a algunas no las he visto lo que quería, sé que siempre están ahí. Así que un propósito de este año es verlas más, aunque sólo sea una vez. Y también este año he hecho amigas nuevas, he conocido a personas increíbles y he consolidado amistades que sé que tendrán un buen futuro.


      Este año también hemos tenido enfermedades y muerte en la familia, momentos amargos, momentos duros, momentos de rabia, de frustración y de impotencia. Parece que es algo que no nos abandona, por eso pido salud para este año que comienza.


     Este año, mi familia sigue siendo lo más importante para mí, y cuando hablo de familia, no solo hablo de la que está en mi árbol genealógico, hablo de toda mi familia, de la de sangre y de la que no lo es. De ellos, de los que verdaderamente importan.


     Este año he empezado mi proyecto personal, este blog, que aunque es un pequeño paso, ya es algo para seguir por la senda que espero me depare esta aventura. 


     Este año hemos vivido playa, mucha playa, hemos vivido los cumpleaños de mis hijas, de dos y cuatro años, hemos vivido teatros y musicales infantiles, hemos vivido parques, hemos vivido mucho y felices.


     Los proyectos para mi nuevo años son: escribir algo todos los días, aprender algo nuevo, disfrutar de mis hijas, disfrutar de mi familia, quererlos más si cabe, ir a la nieve, conocer a esa bebé de mi Hermy que aún no he visto, disfrutar de mis amigas y sobre todo reír, reír mucho. Y si me dejo algo en el tintero que me perdonen, ya sabéis, mi memoria de pez.


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