14/3/15

El experimento

      La profesora Mari Trini era una joven entusiasta que acababa de aprobar su último examen de las oposiciones. Después de dar vueltas por media Andalucía, había conseguido plaza. Esa noche salió a celebrarlo con todos sus amigos.

      Ahora había pasado medio curso, y a Mari Trini le preocupaba mucho la situación política actual y la visión que de ella tenían sus niños de 14 años. Sabía que eran el futuro de este país y que lo único que oían en la televisión era que podían robar con total impunidad si eran políticos y que no hacía falta trabajar si te cuidabas el cuerpo y salías en programas como "Mujeres y hombres y viceversa".



      La liebre saltó un día en el que oyó una conversación entre algunas de las niñas de su clase:


     - Yo no quiero estudiar en la Universidad. Eso es para tontos que no saben que no hace falta esforzarse para conseguir dinero.


      - Pues mi mama me ha dicho que como no estudie me tengo que poner a trabajar, que en esta vida no hay nada gratis, y yo le he dicho que cuando tenga 18 años, me meteré en Gran Hermano, y ya no me hará falta ni trabajar ni estudiar.


     - Yo sí que voy a estudiar en la Universidad, los de Gran Hermano son unos pringados que no saben ni hablar.

     Mari Trini pensó que no estaba todo perdido. Pero se equivocaba.

      - Voy a estudiar Política. Y así llegaré a ser diputada y viviré del cuento. Además les daré trabajo a toda mi familia y a mis amigos. Así que si queréis, os dejaré trabajar para mí, seréis mis asesoras de moda.


      Las tres amigas se echaron a reír. 


      Mari Trini se llevó las manos a la cabeza. A sus 28 años se consideraba aún parte de la juventud de este país, y sentirse representada con ese tipo de conversaciones le daba repelús. 


      Así que decidió hacer un experimento con los niños. Ese día estuvo trabajando hasta bien entrada la noche, quería tenerlo todo previsto, y que todo saliera bien.


     Al día siguiente le propuso a sus alumnos el nuevo trabajo que iban a desarrollar durante todo el trimestre.


     - Vamos a formar dos partidos políticos, uno gobernara la mitad del trimestre y otro lo hará la otra mitad. En vuestros mandatos tenéis que hacerle la vida mejor a los de la clase, y proponer nuevas iniciativas para que las actividades les gusten a vuestros compañeros. Después de vuestros mandatos, pasaremos al Debate sobre el Estado de la Nación.


      Ninguno de los presentes sabía lo que era eso del Debate sobre el Estado de la Nación, a algunos le sonaba, pero eran una minoría, y ninguno lo había visto, aunque fuera el resumen del telediario. Así que la profesora, les dijo que verían uno antes de que hicieran el suyo propio, para poder inspirarse.


      Eligió los portavoces democráticamente, pero para que hubiera paridad, eligieron al chico más votado y a la chica más votada. Ese trimestre lo dedicaron a la política, aparte de las demás asignaturas. Les enseñó sus alumnos la historia política del país, así como el funcionamiento del Congreso, Senado, Ayuntamientos, Diputaciones,...


       Por fin llegó el final del trimestre, y Mari Trini le puso a sus alumnos un resumen de lo que había sido el último Debate del Estado de la Nación, y les dio una semana para preparar sus discursos.


      Estaba ansiosa por ver si sus alumnos habían aprendido algo, les había dado noticias, les había hablado de Tejero, del cambio político, de la república, de la monarquía, se había esmerado para que sus alumnos vieran que no toda la política era corrupción.


     El día que los alumnos iban a representar el Debate se levantó una hora antes, después de dar mil vueltas por la cama, no pudo más.


     Todo estaba listo en la clase, había puesto las mesas en círculo simulando el Congreso, y en medio había puesto un atril que había encontrado en la clase de teatro. Los alumnos empezaron a subir y a debatir:


     - Cuando tú estuviste en el gobierno hubo más exámenes, la clase estaba más sucia, e incluso algunas de las niñas de la clase tuvimos que aguantar los insultos de niños de clases mayores, y tú no hiciste nada por solucionarlo.


      - Yo no tengo la culpa de que yo gobernara mientras se hacían los exámenes de evaluación. - se defendió el niño elegido.


      - Pero podrías haber propuesto a los profesores que hicieran menos exámenes o que nos mandaran otros trabajos en vez de estudiar.


      - Pues cuando tú estuviste se dejó de jugar al fútbol en educación física, y solo jugábamos al baloncesto. ¡Estamos hartos de las canastas!


     - Yo no tengo la culpa de que en gimnasia el profesor haya decidido enseñarnos a jugar al baloncesto.


      Así siguieron durante un buen rato, con los abucheos, aplausos e intervenciones de los demás alumnos de la clase. Mari Trini no podía creer lo que estaba oyendo. Cuando acabaron de hablar, ella les ofreció sus conclusiones como espectadora de lo que había visto.


     - Ninguno de los dos equipos habéis hablado de lo que habéis hecho por la clase, de lo que se ha mejorado, lo único que habéis hecho ha sido echarle las culpas a los demás de vuestros errores y criticar lo que ha hecho el otro equipo. Habéis caído en el y tú más. No habéis ofrecido soluciones a ninguno de los problemas que han surgido. 


     Mari Trini se dio cuenta de que esa era la visión que sus alumnos habían obtenido de los políticos de su país, así que decidió que no se iba a rendir. El próximo año lo haría mejor.


10 comentarios:

  1. Tienes toda la razón.
    La verdad es que hay muchos niños y jóvenes cuya máxima aspiración es ser la próxima Belén Estaban, y lo más triste es que nos guste o no todos, absolutamente todos sabemos quien es y si mencionamos por ejemplo a mi paisana Margarita Salas pocos la conocen, por no hablar ya de otros científicos o doctores.
    Creo que en casa debemos complementar y mucho la educación que les dan a nuestros hijos en el cole, ahí se notará la diferencia.
    y muy cierto el punto de vista de resaltar las faltas ajenas, echar las culpas a los demás y no buscar soluciones, caemos demasiado en el y tú más. Un besín y me ha gustado mucho.

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    1. Si, creo que la educación se complementa en casa, yo estoy muy orgullosa de la madre que he tenido. Una anécdota, siempre jugábamos al trivial, y nos moríamos de rabia cuando ella ganaba, que era la mayoría de las veces. Ella me inculcó mi amor a los libros. Y creo que era de las personas más cultas que he conocido. Un besillo.

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  2. Reflejo social en el espejo de la educación, un relato excelente, una profesora implicada con sus alumnos y con el sistema, una manifiesta realidad, un texto con varias capas, desde ese humor del que "ríes por no llorar" hasta la inteligente desilusión con esperanzadora conclusión. Una lectura amena y reflexiva.
    Un abrazo María!

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    1. Muchas gracias Edgar por tus palabras. Me alegro que te haya resultado ameno. Un abrazo.

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  3. Hola Maria, muy bueno tu texto. Nosotros como sociedad de alguna u otra forma tenemos responsabilidad sobre las generaciones que nos siguen. Y como se ve, en conjunto, hemos hecho un mal trabajo. Aunque en mayor proporción, el sistema está diseñado para que así sea, para que se piense menos y se actúe en consecuencia. Personas como la maestra son valiosos aportes.
    Feliz fin de semana.

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    1. La verdad es que necesitamos personas que se impliquen más, sobre todo los padres, pero el ejemplo que tenemos en los telediarios es como poco decepcionante. Un abrazo Alejandra.

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  4. Como la vida misma, María. Magnífico tu relato, refleja una realidad que nadie puede soslayar porque nos va mucho en ello. Nuestros jóvenes solo han conocido una etapa de la historia de nuestro país, y lo que ven es exactamente lo que tú expones. Ojalá que haya muchas "Mari Trinis" en el mundo!! :)

    Un beso grande, me encantó tu relato.

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    1. El problema es lo que pasa siempre, un poco de incultura de nuestro pasado, mezclado con la facilidad con la que tienen las cosas ahora los niños. Y ahí lo tenemos. Seguro qeu hay mas de una Mari Trini por ahí intentando luchar contra los gigantes. Un beso Julia.

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  5. ¡Ufff! ¡Qué razón! ¡María!
    ¿Qué quieres que te diga?
    No deja de sorprenderme que cada vez que digo "pelirroja" en algún juego, actividad, etc... Alguno de mis Peques, me salta con lo de "guarrilla pelirroja" porque ven "La que se avecina" y, así, te podría dar mis ejemplos... ¡Un asco total!
    La Educación necesita un gran, pero gran, gran giro... Los políticos no se dan cuenta que las Leyes no se pueden hacer desde los despachos, sino que se tienen que bajar a las aulas, conocer lo que sucede en las clases y, a partir de ahí, ¡actuar!
    En fin... Esta vez no te dejo un tocho-comentario, porque... ¡Porque son temas que me queman! ¡Me hacen hervir la sangre!
    Ojalá hubiera más Profes así... Yo... Bueno... No soy yo la que debe hablar cómo desempeño mi trabajo... Porque no... Pero me he encontrado con cada Maestro que... En fin... ¡Para echarles de comer a parte!
    ¡Besitos! ;)

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    1. Las leyes de educación no las deberían de hacer los políticos, sino profesores, que son los que saben de verdad. Así la educación iría mucho mejor y no cambiaría con cada cambio de gobierno. Pero bueno es un tema muy extenso. La educación empieza en casa, y la verdad es que cada año que pasa es peor. Pero bueno, no hablaremos mucho que luego me tachan de madre criticona. Un besillo guapa.

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