15/4/15

El único día de su vida

      Susana se levantó despacio, no tenía prisa por llegar a su destino, puso los pies en el frío suelo, y un escalofrío le llegó hasta la nuca. Instintivamente encogió los dedos de los pies, buscó sus zapatillas a tientas, en la oscuridad que le regalaba la persiana bajada. Se estiró, de mala educación o no, nadie la veía. Se metió en la ducha y saboreó el agua caliente que le recorría el cuerpo. Había aprendido a disfrutar cada momento, cada sensación que la vida le daba.

       Poco a poco siguió su rutina diaria. Se tomó su café, se vistió y se acercó a la puerta que guardaba todo su mundo. Inspiró hondo, agarró el pomo y la abrió. La luz de los ventanales iluminaba la estancia. Dos paredes completamente de cristal dejaban entrar al sol dándole vida a aquel cubículo. Las otras dos paredes estaban llenas de fotografías, fotografías llenas de felicidad y de sonrisas. En medio de aquella habitación descansaba una cama. Una niña de ocho años reposaba en ella. Estaba llena de cables, y unas máquinas silenciosas la rodeaban. Sus ojos cerrados la aislaban de todo.

        Susana se acercó a la cama y cogió la mano de su niña, besó su frente y le dijo lo que le decía todos los días: lo único que realmente nos pertenece es el tiempo. Revisó los cables, la máquinas y salió de allí, no sin antes girarse en la puerta y mandarle un beso “cógelo pequeña, es tu beso volador”. Esperó un instante y cerró tras de sí.

       Se dirigió al otro lado de la casa, sin prisas, no había nada por lo que correr. Llegó a otra puerta, se puso una bata que había colgada y entró. El laboratorio seguía igual que siempre. El orden era su prioridad. Se sirvió un café frío que aún quedaba en la cafetera y se asomó a la ventana. Fuera todo seguía igual, coches aparcados, primero el azul, dos grises y el deportivo. El semáforo seguía en rojo, y la anciana esperaba para poder cruzar.

      Instintivamente miró el calendario, era 28 de abril, como ayer, y antes de ayer, como mañana y pasado mañana. Sonrió para sus adentros y recordó aquel primer 28 de abril, aquel día que le dio todo el tiempo del mundo para curar a su Isabel, aquel día que se convertiría en el único en su vida, aquel día que aprendió a parar el tiempo.
El único dia de su vida

20 comentarios:

  1. El tiempo congelado, muy buen relato, con la frase bien entrelazada. Me recordó al día de la marmota.
    Feliz miércoles!!

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    1. Gracias Alejandra. Si que se parece al día de la marmota, con la única salvedad es que aqui todo está congelado. Pero si, he de reconocer, que me base un poco en ese día. Besillos.

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  2. Un argumento muy original y muy apropiado para encajar la frase, me ha gustado mucho. No hay nada que una madre no esté dispuesta a hacer por sus hijos :)

    Un besillo atemporal, María!!

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    1. La verdad es que sí, que el amor de una madre es incondicional. Un besillo atemporal para ti también.

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  3. El día se repite porque ella así lo ha logrado, el motivo es su hija, poder curarla antes de que pase un solo día más, es extraordinario, ahora el tiempo les pertenece y se obrará el milagro.
    Un relato magnífico bellamente narrado, puro amor.
    Un abrazo compi! ;)

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    1. Muchas gracias Edgar. Sí su amor y su inteligencia, no nos olvidemos de eso, ha conseguido parar el tiempo. Muy bellas tus palabras. No podría haberlo resumido mejor. Un besillo compi.

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  4. Me ha encantado, María, muy profundo y enternecedor.
    Saludos

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    1. Muchas gracias Paola. Me encantan tus palabras, profundo y enternecedor. Un besillo.

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  5. ¡Jum! Susana detiene el Tiempo para poder salvar la vida de su Peque... Imagino que el laboratorio es su lugar de trabajo, donde está buscando una cura para lo que quiera que le suceda a su Niña... ¿Me equivoco? Pero... Detener el Tiempo fuera, ¿también implica que su Tiempo se haya detenido? Cada 28 de abril se repite de manera constante y yo me pregunto: ¿Envejecerán Susana e Isabel? Al fin y al cabo... Ellas siguen respirando...
    ¡Muy chulo!
    ¡Besis! ;)

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    1. Cuantas preguntas que ni me había planteado. Te contesto: Sí, una mujer inteligente que trabaja en su laboratorio para buscar una cura para su hija. Descubre que puede parar el tiempo. El tiempo en toda la tierra se ha parado. Todos los días son 28 de abril. Y envejecer,... podría ser una segunda parte. Ummmm Un besillo guapa.

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  6. Precioso María. Me gusta, como todo lo que escribes. Un besito

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  7. Parar el tiempo para guardar el instante y poderlo cambiar, una forma buenísima para introducir la frase. un abrazo¡

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    1. Muchas gracias Clara. La verdad es que al principio me costó un poco ubicar la frase, pero al final lo conseguí. Por lo que me decís, quedó bien. Un besillo.

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  8. Parar el tiempo por un propósito noble, que más que un hijo. Envolvente y clarísimo relato que casi deslumbra los ojos con la descripción del ambiente iluminado. Buenisimo Maria. Un beso.

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    1. Muchas gracias. La verdad es ¿que es lo que no se hace por los hijos?
      Un besillo.

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  9. Muy tierno, ese parar el tiempo para poder salvar a su hijo, precioso, el amor incondicional de una madre, ojalá lo consiga.
    Un saludo

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    1. Esperemos que si, la verdad es que vivir en el mundo sola no debe ser plato de buen gusto.
      Un besillo.

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