Ya no podíamos contar con él. Lo había conseguido, no
sabíamos cómo, pero él lo había conseguido. Su cuerpo nos miraba ausente, como
sin saber porque se encontraba ahí. Pero no mirábamos la cáscara vacía.
Nosotros dirigíamos nuestras miradas
hacia arriba, observábamos embelesados aquellas alas blancas nuevecitas
que se alzaban al cielo.
Los que quedamos, acompañamos al cuerpo, le contamos una
historia verosímil, lo mandamos al hospital y nos volvimos a sentar. Ahora
cojos. Ya no podíamos contar con él para las partidas de mus de los jueves.
Qué buena la confrontación entre un tema digamos que trascendental y otro mucho más prosaico como es el juego del mus. Realmente una faena para los demás jugadores!!
ResponderEliminarMuy bueno, María, me resulta muy original :)
Un besillo de finde!!
Seguro que encuentran otro ángel que lo sustituya. Un besillo guapa.
EliminarMe ha hecho pensar en en la residencia de ancianos en la que trabajo. Esas mesas de la sala de juegos, donde van dejando de venir ciertas personas a echar su dominó o sus cartas, tras esa ascensión. Un original micro, María, por la forma de contar la historia.
ResponderEliminarBesillo, Compi. ;)
Muchas gracias Compi. La verdad es que debe de ser duro trabajar allí. Las residencias de ancianos me causan mucha tristeza. Un besillo.
EliminarMe ha gustado mucho este micro, un santo mas en el cielo y un pecador menos en la mesa de juego. no sabe uno adonde mirar.
ResponderEliminarMe ha encantado la dualidad de este corto.
Un saludo y una :)
Muchas gracias Bénjamin. Lo has descrito mejor en dos frases. A veces no hacen falta 100 palabras para escribir algo. Un abrazo.
EliminarMenuda faena! Muy bueno +María Campra
ResponderEliminarSí, ahora tendrán que buscarse otro ángel para sus partidas. Un besillo.
Eliminar¡¡Aiiix!! Triste, tierno y suave al mismo tiempo...
ResponderEliminarCon Alma y Esencia... ¡Los Ángeles viven en tus Letras! ;)
¡¡Besitos Marías!!
Muchas gracias guapa. Vaya tute de mamá escritora te has dado hoy. Un besillo.
EliminarEmotivo micro narrado con una belleza excelente. La pérdida de un amigo, una ascensión al cielo con alas blancas, potente imagen. Se quedaron cojos, dice el narrador: una precisa metáfora.
ResponderEliminarAbrazo, amiga de letras.
Muchas gracias. La frase inicial daba mucho juego. ASí que opté por este. Me alegra que te haya gustado. Un besillo, amigo de letras.
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