Demasiado tarde

Me destrocé la vida por mi indecisión. Enamorado de ti. Viviendo por y para ti. Toda mi vida con tu imagen en la cabeza, en el corazón, en mi aliento, en mis suspiros. Toda mi vida anhelándote, recordándote, viviendo para ti.

      

         Desde  mis 5 añitos loco por ti, en el más absoluto de los silencios. A tu lado, en la sombra. Y tú, mi amiga. Mi confidente.  Ajena a mi mundo enamorado. Nos distanciamos, no podía hacer otra cosa. Buscaba en otras lo que quería encontrar en ti, hasta que mi última ruptura me dio la valentía de llamarte.

               

       Me sudaban las manos, me temblaban las piernas, las lágrimas brotaban sin querer. Y llegaste, como siempre, estabas como siempre.

- Te amo.

Me miraste y tus lágrimas acompañaron las mías.

- Te olvidé. Pensaba que no me querías,  te olvidé porque no podía seguir enamorada de ti. Te olvidé y me casé. Te olvidé y tuve un hijo.

      

      Me destrocé la vida por mi indecisión. Nos miramos, los dos llorando, lágrimas de olvido, lágrimas de impotencia, lágrimas de adiós.