28/3/15

¿Conciliación laboral?


      Hoy quiero hablar de este tema desde la indignación que estas dos palabras me producen. Y es que a los políticos se les llena la boca cuando hablan de conciliación laboral. A los políticos y a los que no lo son. Se supone que estamos en un país que ayuda a la conciliación laboral.


       Perdonad que no os crea. Perdonad que me salga un ¡JA! de mi boca cada vez que veo estas cosas. ¿Por qué esto me indigna ahora? No es que sea el ahora, ni el antes. No, es que desde que soy madre me fijo más en estas cosas. Desde que me rodeo de madres que luchan por su trabajo, sin ninguna opción a queja ni a reivindicar su espacio familiar. Porque si, la conciliación laboral suele ser solo para la mujer, en términos generales.



      Y es que hace unos días, le pregunté a una amiga mía como le iba en su trabajo, una mujer que trabaja en lo que le salga, y trabaja bien. Es una curranta con todas las letras. Tienen un bebé de apenas siete meses, y un niño de cinco años, a los que quiere con locura. Pero necesita trabajar, y en vez de poder quedarse en casa, disfrutando de sus dos niños pequeños, tiene que ingeniárselas para dejarlos con familiares, combinando con los trabajos de éstos, y por supuesto con el de su marido. Ya que hay días que no llega a su casa hasta las once de la noche. O sea que se pasa el día coche va y coche viene con lo que ello conlleva.


       Bueno pues a lo que iba, acaba de encontrar un trabajo, no diré la empresa, no porque no tenga ganas, sino por ella. Le hicieron un contrato de un mes, si señores, un mes, y a dar las gracias y a agacharnos hasta que se nos vea el culo. Después de esto la renovaron, otro mes, contando con la Semana Santa. Y después de esto, se acabó la historia. ¿Excusa que le han dado? Prefieren contratar a hombres, y no quieren a ninguna mujer con cargas familiares. ¡Toma ya! Y se quedan tan panchos.


      Así que permítanme que me ría cuando oiga hablar de conciliación familiar, porque es una utopía que parece que no va a llegar en este país. Porque veo a mujeres a las que les gusta su trabajo y tienen  que dar lo máximo para que no las despidan, o simplemente para ascender en su carrera. Porque si, señores, parece mentira, pero a la mujer también le gusta ascender, la mujer también es ambiciosa.


      ¿Y qué pasa cuando esto sucede? Que tienes que renunciar a estar con tus hijos, que te quitas tiempo de disfrutarlos para que en tu trabajo no te quedes rezagada. Con la siguiente consecuencia de sentirte culpable por no dedicarle el suficiente tiempo a tus hijos, y con las críticas de toda la sociedad porque eres una mala madre por no estar donde tienes que estar. Porque sí señores, si te quedas en casa con tus hijos malo, porque no trabajas y eres una mantenida, y si trabajas malo, porque no te ocupas de tus hijos.


      Yo nunca me he considerado una feminista, es más, nunca me he reivindicado como tal, pero creo que esto ya pasa de castaño oscuro. Ningún hombre tiene que aguantar que le digan "no queremos hombres con cargas familiares".


      En fin que creo que esto de la conciliación laboral es un camino que en España está muy lejos de la realidad. Dejemos a los padres y madres a serlos. Olvidémonos de nuestros prejuicios, porque una madre es una madre, pero también es una mujer. Porque en un país donde el trabajo falta, donde el dinero falta, donde hay que buscarse la vida como sea, hay que poner las cosas más fáciles.


      Lo dicho, que es el cuento de nunca acabar. Y por ahora es la mujer la que sufre las consecuencias de todo esto. Esperemos que las cosas cambien de verdad y que pronto podamos hablar de una conciliación laboral verdadera.


4 comentarios:

  1. Uffff, es que yo de esto ya ni hablo porque me indigno demasiado. La conciliación no existe, directamente.
    Esperemos que nuestras hijas lo tengan un poco más fácil porque nosotras...ni en broma, lo veo crudísimo.
    Unbesín.

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    1. Si, este tema es para indignarse, pero bueno, habrá que protestar de vez en cuando, como decía mi madre, el que no llora no mama. Un besillo guapa.

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  2. María, , me gustó mucho. Muy bien tratado el tema. A ver si avanzamos en la senda de la verdadera igualdad. Ya es hora. Gracias por compartirlo, amiga. Besitos.

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    1. Creo que aún nos queda mucho por andar, pero ya se sabe, las cosas de palacio van despacio. Un abrazo y gracias opr pasarte.

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