- ¡Mamá he visto un monstruo! ¡Quería cogerme!
- No digas tonterías. No existen los monstruos.
- Que sí mamá que lo he visto con mis propios ojos. Me he
tenido que esconder detrás de un arbusto, hasta que se ha ido en busca de otro
a quien comerse.
- Cariño que imaginación tienes. A ver, ¿Cómo era?
- Tenía unos pies enormes, y era más alto que una montaña.
No paraba de reírse tan fuerte que me iban a estallar los oídos. Su boca
chorreaba baba, y se relamía todo el rato. ¡Ay mami qué miedo!
- A ver cielo llévame hasta el monstruo que yo lo vea.
- No mami que también querrá comerte a ti.
- Vamos despacito sin hacer ruido.
Madre e hijo fueron hasta la parte del bosque donde el niño
decía que había visto el monstruo. Era primavera y todo estaba floreciendo, la
época donde más gente aprovechaba para disfrutar del aire libre. Cuando se acercaron,
el niño señaló el lugar. La madre le acarició la cabeza y le dijo:
- Cielo mío, es solo un bebé humano.
Más tranquilo, el duende sonrió a su madre y se internaron
en el bosque.
Ayyyyy qué chulo!! Y la ilustración también me gusta mucho, está genial. Un besín.
ResponderEliminarMuchas gracias guapa. Me alegro de que te guste. La ilustración la saque de Internet. Un besillo.
EliminarMuy lindo cuento, María! Me has hecho sonreír con ese final. Un abrazo!
ResponderEliminarMe encanta provocar la sonrisa en mis lectores. Un abrazo Federico.
EliminarFantasía dentro de un mundo de fantasía, espléndido micro cuento, una delicia!
ResponderEliminar¡Un abrazo María!
Muchas gracias Edgar. La fantasía es lo mejor para soñar. Un abrazo.
EliminarMuy tierno María!! Ha sido un placer leerlo y el final la guinda del pastel. :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Agustin. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarGenial María. Lograste sorprenderme.
ResponderEliminarUna buena sorpresa viene bien de vez en cuando. Un abrazo Alejandro.
EliminarPobre duendecillo! Menudo susto al ver semejante gigante, jejej
ResponderEliminarMuy bueno, María! Lleno de magia
Un abrazo
La verdad es que el pobre duende se lleva un gran susto, y no es para menos, al ver a ese gigante. Un abrazo María.
EliminarEstuvo simplemente genial.
ResponderEliminarGracias Andrés.
EliminarMe encanta!! Las mamás son así de valientes ante los monstruos, sean duendes o no jejej. Un abrazo :)
ResponderEliminarLa verdad es que tenemos que serlo, aunque por dentro estemos muertas de miedo. Muchas gracias Elena.
EliminarInesperado cambio de papeles!! Estamos tan acostumbrados a ser los protagonistas, que se nos olvida que ésto es Microfantasy ;) Muy tierno, María, aunque el bebé humano así descrito casi da miedo!! jajaaa.
ResponderEliminarUn beso!!
Me has hecho reír con tu comentario Julia. Si que da miedo el bebé, pero es que el pobre duende lo ve así, mientras que nosotros vemos la belleza que se esconde detrás de ese monstruo. Un besillo Julia.
Eliminaraissh! tierno!<3me encantó!
ResponderEliminarMuchas gracias Ady. Un abrazo.
EliminarMe encanta la bolsa de la que sacas los cuentos, donde la encontraste?
ResponderEliminarUy pues anda que no me cuesta, rebusco y meto la mano y a veces me encuentro con algo que merece la pena, pero la bolsa es tan honda que es difícil. Un besillo Paola y gracias.
EliminarJajaja q chulooo!!! Me encantó y me hizo reí!!!
ResponderEliminarMe encanta hacerte reír, unn beso preciosa.
EliminarMuy tierno! Me ha encantado María! Es precioso :) Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Ana. Me encanta que te haya encantado. Un besillo.
Eliminar¡Ay! ¡Por Dior! Pe-Pero... ¿Se puede ser más tierno y más cuqui? *-*
ResponderEliminar¡¡Aiiiiixxx!! María con tus últimas Letras me llenas de mucha Dulzura... ¡¡Y de Algodón de Azúcar!!
¡Besitines! ;)
Me has conseguido sacar una sonrisa con tus palabras. Muchas gracias Campanilla, me encanta llenarlo todo de algodón de azúcar. ¡Con lo bueno que está! Un besillo.
EliminarQue bonito cuento. ¡Felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias Guadalupe. Gracias por pasarte y por leerme. Un saludo.
EliminarPrecioso María, que bonito cuentecito. Besos guapa
ResponderEliminarMuchas gracias Mercedes. Me alegro de que te guste. Un besillo.
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