29/7/15

Mentiras





                Juan bailaba agarrado a aquella rubia del vestido blanco vaporoso. Sus amigos lo miraban desde lejos y alababan su suerte, mientras apuraban sus copas. Juan embriagado por el alcohol y sintiéndose seguro por la oscuridad de la noche se acercaba a aquella diosa del baile. Se agarraba a sus caderas, subía las manos por su espalda, hasta que en un arranque de valentía, besó aquellos labios rojos, que tanto lo llamaban.



                Al otro lado del local, una chica corriente, una morena en vaqueros, miraba la escena. Cuando ya no pudo observar más, salió igual que había venido. Llegó a su casa, pagó a la niñera, y se acercó a la cuna. ”Tú eres mi amor, mi alegría, la verdad de mi vida. Mi bebe que me salta a los brazos de prisa, tú eres mi refugio y mi verdad.” Le cantó al oído, en un susurro.


                Se acostó sin derramar una lágrima. Y se levantó de la misma manera, fuerte ante el mundo. Puso la televisión, noticias, políticos vomitando mentiras. La apagó, no podía soportar ni una mentira más.


                Juan se levantó con resaca y la boca pastosa. Se acercó a su mujer por detrás y la abrazó, mientras le besaba el cuello.


                - ¿Qué tal la noche?


                - Nada especial cariño. Bebimos mucho, pero nada más, ya sabes cómo son estos.


                La chica morena de los vaqueros se giró y miró a su marido a la cara.


                - Recoge tus cosas y sal de esta casa ya mismo. 



14 comentarios:

  1. Debía llevar tiempo sospechando de la infidelidad de su marido para seguirle. Cómo debe doler que te engañen de ese modo! Aunque estemos acostumbrados a las mentiras, cuando éstas nos afectan a nivel personal, y más si se trata de amor, duelen más que cualquier otro agravio.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para mí, una mentira sea por el motivo que sea, duele más que cualquier otra cosa. Se pierde la confianza y es lo peor que puede pasar en cualquier relación. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Yo también soy muy intransigente con las mentiras, soy de las que tarda en perdonarlas, y eso si es que las perdono.
    Me encanta el relato y también la canción.
    Un besito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te guste. Las mentiras son muy malas consejeras. Un abrazo.

      Eliminar
  3. Respuestas
    1. Sí, como dice la canción que por instantes de placer, ponen su vida a temblar... Él sabrá, creo que es el que más pierde en esta historia.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Madre santa, ese relato parece escrito con un rencor que...

    mejor no digo más XD.

    ¡¡Un abrazo María!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí te ha parecido real, me alegro. Eso quiere decir que lo he hecho bien. Sinceramente nunca he vivido esa situación, y espero no llegar a vivirla.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Muy bueno María. Me ha encantado cómo has presentado los personajes y has hilado el guión. Genial.
    un besote

    ResponderEliminar
  6. Un relato magnífico. Una dolorosa experiencia la de la protagonista y una decisión rotunda.
    Abrazo, Hermana de Letras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya con lo que me gustaba el otro comentario. Jejeje. Bueno tu secreto queda a salvo conmigo, jijiji. Me alegro de que te haya gustado Hermano de Letras. UN besillo.

      Eliminar
  7. Dice la letra de una canción "ojalá que lo que busques valga más de lo que pierdes"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una frase que lo resume todo, no hay más que decir. Gracias por pasarte y comentar. Un besillo.

      Eliminar

Deja tu huella. Me encantaría leerla.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.