Aurora era una
adolescente como todas las demás. Salía hasta tarde con sus amigos, estudiaba
lo justo y se pasaba todo el tiempo que podía durmiendo.
Su padre, que era
el alcalde de la ciudad, quería lo mejor para su hija, y no le gustaba nada que
anduviera todas las noches por los bares nocturnos de moda. Eso hacía que su
reputación bajara a marchas forzadas. Y eso él no lo podía permitir. Ellos eran
el ejemplo a seguir de la comunidad.
El colmo fue en las
fiestas de la ciudad. El domingo de clausura se había preparado todo un festín
en la plaza principal de la ciudad. Y el alcalde daría un discurso. Ese mismo día
su hija Aurora cumplía los 16 años, así que quería darle una sorpresa preparándole
una fiesta donde estarían invitados todos sus amigos.
Todo fue un
fiasco. Sus amigos se divertían en la fiesta, mientras Aurora dormía a pierna
suelta en su cama de dos metros con dosel, que sus padres le habían hecho a
medida.
Después de todos
los eventos del día, el padre de Aurora se dirigió furioso a buscar a su hija. Se
encontró a Aurora exactamente donde la había dejado esa mañana, con los pelos
revueltos y la baba cayéndole en la almohada, roncaba ligeramente. Las voces
del alcalde esa noche se oyeron por todo el vecindario. Todos los padres en sus
casas asentían con la cabeza “ya era hora de que el alcalde pusiera en su sitio
a esa chica”.
Después de
aquello todo el mundo pensó que Aurora cambiaría. Pero no, más lejos de la
realidad, y para desesperación de sus padres, Aurora dormía cual marmota,
dejando a un lado todo.
Hartos de no
conseguir nada, su padre, con todo el dolor de su alma, decidió llevarla a un
internado. Y buscando anuncios de colegios, se encontró uno muy peculiar:
¿No puede controlar a su hija adolescente? Yo la devuelvo a su cauce en
el plazo de un mes.
El alcalde sintió
curiosidad por el anuncio. Y llamó al teléfono adjunto. Quedó con el anunciante
en una cafetería cercana al Ayuntamiento.
Lo que vio no se
lo esperaba en absoluto, un chico de unos 18 años se acercó a él con porte
decidido. Después de escuchar el problema del alcalde, le dijo que solo
necesitaba un mes para que su hija volviera a la realidad y se centrara en sus
estudios. Le ofreció sus referencias al alcalde, y este quedó maravillado de
todas las muchachas a las que había ayudado. Así que lo contrató.
El muchacho quedó
prendado de Aurora en cuanto la vio, y cuanto más tiempo pasaba con ella más se
enamoraba. Ella en cambio, no sabía qué hacía ese chico allí con ella a todas horas
del día. Su padre le había dicho que era el hijo de un amigo que se quedaba en
la casa.
Después del mes,
el chico no había conseguido nada, es más, Aurora ya no salía ni por las
noches, dormía noche y día. El alcalde lo echó de su casa, habiendo perdido
toda esperanza de salvar a su hija. No le quedaba más remedio que llevarla a un
internado.
Lo que nadie
sabía es que Aurora estaba total e irremediablemente enamorada de Morfeo, y se
encontraba con él cada vez que se dormía. Pronto estarían juntos para siempre.
Aurora dormiría hasta el final de los tiempos. Y así Morfeo y ella serían
felices para siempre.
Cuándo La Bella Durmiente en lugar de un beso del príncipe azul se encontró con el dios de los sueños, genial versión y mezcla de personajes literatos, una bella historia de ensoñación y de amor a primer cierre de párpados!
ResponderEliminarUn Abrazo María!
Se ve que el príncipe azul llegó tarde. Ella ya había descubierto a su verdadero amor. Un abrazo compi.
EliminarUna narración estupenda, y una Bella Durmiente enamorada no se un príncipe azul, sino de un ''príncipe onírico''. Me gusto mucho, María.
ResponderEliminarSaludos.
Una Bella Dumiente un poco distinta. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo Ricardo.
EliminarQuién puede competir con el hijo de un Dios? Claro, yo también dormiría así hasta la eternidad. Me ha gustado mucho ese final tan inesperado. Besitos
ResponderEliminarEs difícil, pero ¿quien sabe que hubiera pasado si hubiera llegado antes? Besos Mercedes.
EliminarQué romántico, María!! Una mezcla de historia real y cotidiana con un desenlace de cuento encantado. No sé qué tal encajará el alcalde la elección de Aurora, pero a mí me ha parecido de lo más interesante. Muy bueno, me encantó :)
ResponderEliminarBesillos de sábado!
Pues seguro que como buen padre, al alcalde no le gustara, pero con el tiempo tendrá que aceptarlo. Un besillo Julia.
EliminarEs que el amor es ciego y no entiende de realidades e irrealidades, es caprichoso! Jobar! Pues que la dejen dormir tranquila,jaja. Es precioso María, un fuerte abrazo :)
ResponderEliminarSi, la verdad es que le podían haber preguntado, a la pobre no la dejan dormir. Y es que el amor, y sobre todo el adolescente, es muy caprichoso.
EliminarMuy bueno, María. Me gustó mucho. Genial ese último párrafo.
ResponderEliminarAbrazo.
Muchas gracias Federico. El último párrafo es la explicación de todo. Un abrazo.
EliminarHola María.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu versión de la bella y su amor irremediable por Morfeo.
Muy ingenioso.
Lo disfruté.
Un abrazo.
Muchas gracias Lucía. Me alegro de que lo disfrutaras. Un abrazo.
EliminarUna nueva visión especialmente onírica María... ¿buscará el padre a más príncipes?... jajaja. Está genial el desenlace. Un saludo!!
ResponderEliminarCreo que el padre se va a dar ya por derrotado. No puede hacer nada contra Morfeo. Un abrazo.
EliminarMe has hecho pensar en lo q significa el personaje de Aurora,efectivamente una adolescente,para los cuales, qué hay más importante q el amor?
ResponderEliminaruna buena versión para Aurora,dónde irá a parar...enamorarse de un linaje directamente emparentado con el Olimpo que de un vulgar Felipe.....
un abrazo
Si, la verdad es que Felipe se queda corto ante Morfeo. Muchas gracias Clara. Un abrazo.
EliminarSaludos, muy buena versión, Aurora quería estar siempre en los brazos de Morfeo. Éxitos!
ResponderEliminarY creo que lo conseguirá. Un besillo Mery, muchas gracias.
EliminarPreciosa versión María. Oh, l'amour!
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias María. Me alegro que te haya gustado. Un besillo.
Eliminaray!! amor amor!! te quedó lindo,muy amoroso me deja suspirando...oh caprichos!
ResponderEliminarMe has hecho sonreir, me encanta dejarte suspirando, y si es por amor, mejor que mejor. Un besillo Ady.
Eliminar¡¡Ay!! ¡¡María!! *-*
ResponderEliminar¡¡Cómo me ha gustado!! Es que... El final... ¡Ese final! ¡Love! ¡Love!
¡Me ha sorprendido muchísimo! No me lo esperaba para nada... ¡Juas! ¡Super chulo!
Vamos... ¡Qué me ha encantado!
¡Besis! ;)
Muchas gracias Campanilla. Me encanta que te encante. No ha nadie como Morfeo para enamorarte. Un besillo.
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