8/4/15

La búsqueda III

      Todo quedó en silencio, Juan no podía apartar la mirada de los ojos de aquella chica que lo miraba sin ver, que lo abducía y lo atraía hacia ella. Un murmullo casi inaudible empezó a oírse a su alrededor, un sonido casi mágico que salía de las bocas de esos seres, una música sin palabras, una melodía entonada con sus labios sellados. Pero él no podía apartar la mirada de aquellos ojos. 


      De repente todo volvió a quedar en silencio. Entonces pudo desconectar su mirada, para poder ver que a su alrededor todos lo miraban con una sonrisa, con una paz que lo tranquilizaba, a pesar de no saber que estaba pasando. Por primera vez se miró sus pies, habían cambiado, se miró las manos, un tono verdoso cubría su piel, ahora su piel era como la de aquellos seres. Se tocó las orejas, puntiagudas como las de aquellos seres. Se tocó la cara, parecía que seguía igual, ¿sería verde también? Se levantó la camiseta, todo verde, era verde, se había convertido en uno de esos seres. Y no se había dado ni cuenta.

      Mientras se observaba a sí mismo, todos guardaron silencio. La muchacha lo miraba, esperando a que terminara, cuando Juan se dio cuenta, paró en su investigación y volvió a mirar a la muchacha. 


      - Ya eres uno de los nuestros. Eso quiere decir que estabas preparado para serlo. Antes que tú vino tu abuelo Pedro, él nos ayudó en nuestra búsqueda. Ahora necesitamos tu ayuda. Él sabía que volveríamos a reclamar su presencia, y nos ofreció su alianza eternamente mientras viviera. Gracias al don que se llevó vivirá muchos años más. Pero supongo que la edad de los humanos no es la misma que la nuestra. Vuestros años son más rápidos que los nuestros, y sabiéndolo, él te habrá mandado a ti.


      - Mi abuelo nunca me dijo nada. Ni siquiera me habló de vosotros. No sé porque estoy aquí.


      - Tu abuelo era un chico muy sabio. Seguramente te habrá formado en los pájaros, si no fuera por eso no habrías encontrado la pluma, y no estarías aquí. 


      - Sí, me gustan mucho los pájaros, él me enseñó a observarlos y a diferenciarlos.


      - He aquí el motivo por el que te encuentras aquí. Pedro nos lleva en su sangre, y su sangre está en ti, por eso eres un Dríade. Por eso te has convertido, ahora eres parte de nuestro pueblo. Ahora sentirás lo que nosotros sentimos. Tendrás nuestras habilidades, que te serán muy útiles para la búsqueda.


      - ¿Qué es eso de la búsqueda? ¿Y para qué me queréis a mí?


      - Todo a su debido tiempo Juan, debes ser paciente, tenemos muchas cosas que explicarte, y que enseñarte. Debes aprender a controlar tus nuevos dones y no podemos perder ni un momento. Lo primero es lo primero. Vamos a celebrar un banquete por tu llegada, mientras lo preparan te enseñaré nuestro pequeño reino.


       - Me suena mucho este sitio, pero no sé dónde está exactamente.


       - Vivimos detrás de la casa de tu abuelo, más allá del pozo de agua.


       - Mi abuelo nunca me dejó ir allí, no sé porque lo reconozco, es como si ya hubiera estado aquí.


       - Eso es porque ya has estado. 


       La muchacha se dio la vuelta y empezó a andar, Juan la siguió con resignación, pero aún tenía otra pregunta.


       - No me has dicho tu nombre.


       - No te lo he dicho porque ya lo sabes. Mira dentro de ti.


      Con sorpresa Juan se dio cuenta de que sí que lo sabía. Así que decidió no preguntar más y seguir a Arien hasta donde quisiera llevarlo.



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12 comentarios:

  1. Me encanta esta historia... Sigo los pasos de Arien con el entusiasmo de Juan... Yo también recuerdo haber estado allí, pero necesito que, como a él, me refresquen la memoria... Cuando sepa de que búsqueda se trata, acompañaré al protagonista con mi piel verde... Maravilloso mundo de fantasía, maravillosa lectura, María, mi compi de las mil maravillas...
    ¡Un abrazo amiga! ;)

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    1. Edgar tendremos que descubrir el unuevo mundo todos juntos, a ver que nos quiere contar Arien, y unirnos todos a la búsqueda. Un abrazo compi.

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  2. Uooooooh!!! Estoy emocionada y enganchada a la historia, pero le veo pinta de algo más largo a lo q me tienes acostumbrada!!! Me encanta!!!

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    1. Es muy posible que sea más largo de lo que yo mismo pensaba. Parece ser que este relato me lleva a mundos que ni yo conocía. Un besillo preciosa.

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  3. Qué bonito tu texto, María! A medio camino entre un cuento y una fábula nos transporta a otra dimensión imaginaria. No sé si lo tenías planeado, creo recordar que no, pero está resultado toda una saga y la historia cada vez se pone más interesante!!

    Un besillo de miércoles

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    1. No tenía nada planeado, en principio era un microrrelato para un concuroso que ni siquiera presenté, así que voy sobre la marcha. Es el relato el que me está llevando a mi, no yo a él. Me alegro de que te guste. Un besillo.

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  4. Sigo la historia y a cada episodio estoy más enganchada, me gustan los toques de leyenda que le estás dando, muy bien narrada y ambientada. Preciosa. Gracias por dejarnos disfrutar de ella. Un fuerte abrazo y feliz tarde.

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    1. Muchas gracias Laura, espero que te siga gustando, veremos a ver donde nos lleva Juan con su aventura. Un besillo.

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  5. Me tienes hipnotizada con esta Historia, con la forma de narrarla... Es como sentirse niño otra vez y sumergirse en un cuento en el que quieres ser el prota, ser un Ser Mágico y poder descubrir ese Mundo...
    Sea cual sea la Búsqueda... ¡También puedes contar conmigo!
    ¡Muchos Besis, María! ;)

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    1. Uffff vamos a ser muchos en esta búsqueda, espero que haya sitio para todos. Aunque supongo que cuanta más ayuda mejor. A ver lo que nos cuenta Arien.

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  6. Y ya tienen nombre tanto los seres como la muchacha. Dríade, seres diminutos de orejas puntiagudas parecidos a los duendes, pero de color verde. Y Arien, un nombre precioso para tal ser. Interesante el diálogo, la explicación de que el abuelo estuvo con ellos, que tienen su sangre, y que le estuvo enseñando al niño todo sobre los pájaros para que un día encontrara la pluma. Aún nos queda por descubrir qué buscan, así que no perderé la pista de los Díade, Arien y Juan.
    Abrazo, María.

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    1. Poco a poco iremos descubriendo sus aventuras, y los seguiremos en la búsqueda. Un abrazo Ricardo.

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