Hay
veces que el amor se va, se esfuma de nuestras manos sin darnos cuenta. Se
escapa del corazón por pequeñas rendijas que ni siquiera sabíamos que estaban
ahí. Se va sin avisar, poquito a poco. Hasta que un día lo buscas y ya no está.
Hasta que un día miras dentro y lo único que ves es vacío. Porque él ya se ha
ido, se ha ido y te ha dejado sola, sola pero inquietantemente feliz y
tranquila.
Y lo
miras a él, miras esos ojos enamorados, esos ojos no correspondidos. Ya no. Ya
se ha acabado. Y te sientes mal por ser tan injusta, por perder lo que era para
siempre. Por no tener en tu corazón algo que le pueda corresponder. Tus
sentimientos no llegan ni a la suela de sus zapatos. Son de cariño, de un amor
diferente, de un amor mutado, de un amor perdido.
Y besas
esos labios que antes te revolvían el estómago y que ahora te hacen sonreír,
sonreír de tristeza, de nostalgia por lo desvanecido.
Y antes
de engañar decides irte. Dejar lo que siempre has amado con todas tus fueras.
Tu alma gemela quedó atrás, tu amor para siempre fue hasta hoy. Tus besos
locos, tus noches de sábanas revueltas, tus risas y abrazos, ya no son para él.
Son para ti, y te sientes triste por dejar de sentir, y te sientes culpable por
no cumplir tus promesas. Pero te sientes tranquila porque sabes que él volverá
a encontrar a su otra mitad, y tú también.
Aunque
ahora tu otra mitad eres tú misma. Y te encuentras de nuevo en ese amor
olvidado. Vuelves a ser tú y reunir todos los trozos que se habían dispersado y
que habías regalado. Ahora eres tú entera, con todos tus pedazos reunidos de
nuevo.
Precioso. Me ha dejado um pelin triste, la verdad.
ResponderEliminarUn abrazo, Maria.
Muchas gracias siento haberte dejado triste, pero a veces viene bien darse cuenta de los cambios que da la vida, y aceptarlos aunque nos duelan.
EliminarUn besillo.
Bonito y triste a la vez. Así es el amor, efervescente.
ResponderEliminarBesos.
Sí, tal como llega se va, sin avisar.
EliminarUn besillo.
Dejas una puerta abierta para un futuro, que aunque no sea juntos lleno de posibilidades.
ResponderEliminarAy, pero que pena me ha dado.
Un beso.
Claro que sí, que un amor se acabe, no quiere decir que no pueda haber más. Tenemos que amar con todas nuestras fuerzas, per sí se acaba no pasa nada, tenemos más oportunidades.
EliminarUn besillo.
Oh por Dios, no sé si esto es triste o es feliz.....
ResponderEliminarUn abrazo María.
Yo creo que feliz, ¿no?
EliminarUn abrazo.
Muy bonito, María, aunque también muy triste. Lo que tú describes pasa en ocasiones, los corazones y las personas somos así, cambiantes. No se puede luchas contra lo que se siente, solo se puede aceptar y tratar de recomenzar haciendo el menor daño posible.
ResponderEliminarUna buena reflexión, me ha encantado :)
Besillos de finde!!
Tienes toda la razón, cuanto menos daño mejor. Hya que aceptar lo inevitable, así no haremos daño a nadie.
EliminarUn besillo.
Precioso María e indudablemente real. Has descrito perfectamente el amor gastado y apagado. La sensación de culpabilidad que sé puede sentir por no sentir más...precioso. Besitos!
ResponderEliminarMe encanta haceros llegar sensaciones que yo no he vivido, porque así sé que mi imaginación es buena y me ayuda en los momentos de creatividad.
EliminarMuchas gracias.
Un besillo grande.