Muchas
veces, en tertulias de café, en reuniones familiares, o de amigos suele surgir alguna duda ortográfica o
gramatical. Y es en esos casos cuando a mí me hacen dudar. Parece mentira, pero
es así. Esos momentos en el que las palabras pierden su sentido y las frases te
suenan peor de lo que te sonaban al principio.
Así que
hoy voy a hablaros de esas grandes cuestiones que han surgido en algunas de
esas reuniones. Es posible que también os saque de dudas.
La
primera de todas, y una de las que más discusiones me ha causado ha sido el
queísmo y el dequeísmo. La principal de
todas es cuando escribes “Me alegro…” o “Me alegra…”.
Pues sí
señores, es diferente. Cuando Escribes “Me alegro”, siempre te alegras de algo
que haya pasado, así que lo correcto es decir “Me alegro de que te guste el
bocadillo de chorizo”. Sin embargo, cuando escribes “Me alegra”, se escribiría “Me
alegra que te guste el bocadillo de chorizo”.
Para
sustentar este argumento, por supuesto utilizo la RAE, y ahora copio y pego lo
que pone en su diccionario panhispánico de dudas.
Dequeísmo. Es el uso
indebido de la preposición de delante de la conjunción que cuando la
preposición no viene exigida por ninguna palabra del enunciado.
1. Se incurre en
dequeísmo en los siguientes casos:
a) Cuando se antepone
la preposición de a una oración subordinada sustantiva de sujeto. El sujeto de
una oración nunca va precedido de preposición y, por tanto, son incorrectas
oraciones como Me alegra de que seáis felices (correcto: Me alegra que seáis
felices); Es seguro de que nos quiere (correcto: Es seguro que nos quiere); Le
preocupa de que aún no hayas llegado (correcto: Le preocupa que aún no hayas
llegado); Es posible de que nieve mañana (correcto: Es posible que nieve
mañana). Algunos de estos verbos, cuando se usan en forma pronominal
(alegrarse, preocuparse, etc.), sí exigen un complemento precedido de la
preposición de. En ese caso, el uso conjunto de la preposición y la conjunción
es obligatorio: Me alegro de que seáis felices, y no Me alegro que seáis
felices; Me preocupo de que no os falte nada, y no Me preocupo que no os falte
nada (→ queísmo, 1a).
Queísmo. Es la
supresión indebida de una preposición (generalmente de) delante de la
conjunción que, cuando la preposición viene exigida por alguna palabra del
enunciado.
1. No debe suprimirse
la preposición en los casos siguientes:
a) Con verbos
pronominales que se construyen con un complemento de régimen: acordarse de
algo, alegrarse de algo, arrepentirse de algo, fijarse en algo, olvidarse de
algo, preocuparse de o por algo, etc.: Me alegro de que hayáis venido (no Me
alegro que hayáis venido); Me olvidé de que tenía que llamarte (no Me olvidé
que tenía que llamarte); Te preocupaste de o por que no pasáramos calamidades
(no Te preocupaste que no pasáramos calamidades); Se acordaba de que en esa
casa había vivido un amigo suyo (no Se acordaba que en esa casa había vivido un
amigo suyo); Me fijé en que tenía manchas en la cara (no Me fijé que tenía
manchas en la cara); No me acordé de que era tu cumpleaños (no No me acordé que
era tu cumpleaños). Algunos de estos verbos, cuando se usan en forma no
pronominal, se construyen sin preposición, pues, en ese caso, la oración
subordinada ejerce de sujeto o de complemento directo: Me alegró que vinieras
(no Me alegró de que vinieras); Olvidé que tenía que ir al dentista (no Olvidé
de que tenía que ir al dentista) (→ dequeísmo, 1a y b).
Hay
muchos más ejemplos, pero como este es el que más dudas me ha creado, os pongo
solo este.
Otro de
los debates más pronunciados ha sido entre Impreso e imprimido. Un doble
participio que ha causado más de un dolor de cabeza.
En el
diccionario panhispánico de dudas, encontramos:
Imprimir. ‘Marcar
sobre papel u otra materia [un texto, un dibujo, etc.] por medios mecánicos o
electrónicos’ y ‘dar a alguien o algo [un determinado carácter, estilo, etc.]’.
Tiene dos participios: el regular imprimido y el irregular impreso. Aunque
existe hoy una clara tendencia, más acusada en América que en España, a
preferir el uso de la forma irregular impreso, ambos participios pueden
utilizarse indistintamente en la formación de los tiempos compuestos y de la
pasiva perifrástica: «Habían impreso en su lugar billetes de a cien» (GaMárquez
Amor [Col. 1985]); «La obra [...] circulaba dos años después de haber sido
impresa en una ciudad protestante» (Trabulse Orígenes [Méx. 1994]); «En total
se han imprimido 35 000 carteles» (Mundo [Esp.] 11.11.96); «Esta obra ha sido
imprimida por La Torre de Papel» (Prensa [Nic.] 21.10.97). En función adjetiva
se prefiere en todo el ámbito hispánico la forma irregular impreso: «Contempló
una vez más la imagen impresa en la tarjeta postal» (Martini Fantasma [Arg.
1986]).
Aunque José Martínez de
Sousa en su Diccionario de usos y dudas
del español actual puntualiza que, entre profesionales de las artes
gráficas, la forma imprimido no se utiliza.
Os
puedo asegurar que lo hemos debatido hasta la saciedad. Ya cada uno que elija
la forma que más le guste.
Uno de
los usos más corrientes que he visto en miles de sitios, en redes sociales,
sobre todo. Es usar “agusto” en vez de “a gusto”. Me lo encuentro por todas
partes, y aunque a mí esto nunca me ha causado ningún recelo, parece ser que a
la gente no le cabe la menor duda de que va junto.
De
nuevo hago un copia y pega:
3. a gusto.
‘Cómodamente’ y ‘a placer, sin embarazo ni impedimento alguno’: «No puede uno
pujar a gusto» (López Vine [Méx. 1975]); «Lástima que usted no pueda verme y
reírse a gusto» (VMatas Suicidios [Esp. 1991]). Es incorrecta la grafía simple
agusto.
Una de
mis dudas más grandes, que he tenido hace poco, ha sido con “solo”. Sí, esa que
llevaba acento cuando podías sustituirlo por “solamente”, y digo llevaba,
porque los académicos, han decidido que ya no es necesaria. Y la han quitado de
un plumazo. Haciéndolo más fácil para los que están aprendiendo a escribir,
pero armándonos un lio en la cabeza, a los que nos pasábamos el día pensando “solamente…”.
En fin, que ya no se acentúa. Y así es como queda la regla.
El adverbio solo y los
pronombres demostrativos, sin tilde
La palabra solo, tanto
cuando es adverbio y equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas en el
bolsillo) como cuando es adjetivo (No me gusta estar solo), así como los
demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, funcionen como pronombres
(Este es tonto; Quiero aquella) o como determinantes (aquellos tipos, la chica
esa), no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien por
tratarse de palabras bisílabas llanas terminadas en vocal o en -s, bien, en el
caso de aquel, por ser aguda y acabar en consonante distinta de n o s.
Aun así, las reglas
ortográficas anteriores prescribían el uso de tilde diacrítica en el adverbio
solo y los pronombres demostrativos para distinguirlos, respectivamente, del
adjetivo solo y de los determinantes demostrativos, cuando en un mismo
enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían producirse casos de
ambigüedad, como en los ejemplos siguientes: Trabaja sólo los domingos [=
‘trabaja solamente los domingos’], para evitar su confusión con Trabaja solo
los domingos [= ‘trabaja sin compañía los domingos’]; o ¿Por qué compraron
aquéllos libros usados? (aquéllos es el sujeto de la oración), frente a ¿Por
qué compraron aquellos libros usados? (el sujeto de esta oración no está expreso,
y aquellos acompaña al sustantivo libros).
Sin embargo, ese
empleo tradicional de la tilde en el adverbio solo y los pronombres
demostrativos no cumple el requisito fundamental que justifica el uso de la
tilde diacrítica, que es el de oponer palabras tónicas o acentuadas a palabras
átonas o inacentuadas formalmente idénticas, ya que tanto solo como los
demostrativos son siempre palabras tónicas en cualquiera de sus funciones. Por
eso, a partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso
en casos de ambigüedad. La recomendación general es, pues, la de no tildar
nunca estas palabras.
Las posibles
ambigüedades pueden resolverse casi siempre por el propio contexto comunicativo
(lingüístico o extralingüístico), en función del cual solo suele ser admisible
una de las dos opciones interpretativas. Los casos reales en los que se produce
una ambigüedad que el contexto comunicativo no es capaz de despejar son raros y
rebuscados, y siempre pueden evitarse por otros medios, como el empleo de sinónimos
(solamente o únicamente, en el caso del adverbio solo), una puntuación
adecuada, la inclusión de algún elemento que impida el doble sentido o un
cambio en el orden de palabras que fuerce una única interpretación.
Y aquí
os dejo por ahora, no porque se me hayan acabado las dudas, ya que tengo muchas
más, y seguro que me irán surgiendo durante la larga vida que me queda.
Seguro
que no soy la única que tiene dudas. ¿Cuáles se os plantean a vosotros?
Os
recomiendo el siguiente enlace:
Muy interesante. Yo también suelo usar el diccionario de la RAE, y otro de sinominos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Toda ayuda es poca, jejeje.
EliminarUn besillo.
Jajajajajajaa. Muy bueno, María! Que no me entere yo que se celebre una reunión familiar sin tener que discutir sobre ortografía. Eso es muy "típical espanis".
ResponderEliminarRecuerdo una vez que mis amigos empezamos a discutir sobre una frase hecha:
- se dice "aún a malas..."
- se dice "a unas malas..."
- se dice "aun a malas..."
- se dice "a una mala..."
Por supuesto, se debe de discutir sobre ortografía y gramática siemrpe que se pueda. Jejeje.
EliminarRespecto a tu debate, me uno, sin mirarlo ni buscarlo me decanto por
"a unas malas..."
Jijjiji
Un besillo.
Un interesante artículo, María. A mi marido y a mí también nos gusta mucho la ortografía y la gramática y con frecuencia consultamos diccionarios o blogs especializados por el simple gusto de saber cómo se escriben o se usan correctamente las palabras. De las que tú has mencionado solo me planteaba dudas lo de "a gusto". Es cierto que casi siempre se ve escrito como "agusto".
ResponderEliminarOtra cosa que se suele ver escrita muy a menudo es "también" cuando debiera ser "tan bien" en el contexto adecuado (suena igual hablado pero son cosas muy diferentes). O "sino" en lugar de "si no", que tampoco es lo mismo según la frase y cada forma tiene su uso correcto. No es igual "si no vienes me enfado" que "no le quería, sino que le odiaba"
En fín,que todos cometemos errores y tenemos dudas. Está bien pararse de vez en cuando a conocer las normas. A mí últimamente me trae de cabeza el uso de los guiones largos jajajajja.
Gracias por compartir con nosotros tus dudas!!
Besitos de domingo :)
El sino y si no, también me crea dificultades a mí. Tengo que pensarlo y creo que alguna vez que otra me habré equivocado. Así que sí ves algún error de esos, corrigeme porfa.
EliminarUn besillo.
Muy interesante entrada. Yo me sorprendo todavía con el uso de ciertas palabras que no utilizamos por no saber su verdadero significado.Ejemplo; "Procrastinar" una que he aprendido hace bien poco gracias a una bloguera a la que sigo.
ResponderEliminarNunca lo aprenderemos todo y seguiremos escribiendo de mala manera.
Besos
Vaya tendré que buscar esa palabra. Me dejas intrigada. No la conocía. Deberíamos buscar en el diccionario más a menudo. Jejeje
EliminarP.D. Ya la busqué. Muy interesante. Es algo que hago muy a menudo.
Un abrazo.
Ufff... a mí me surgen muchas dudas cuando escribo! Y si hay alguna que no la resuelvo... cambio de palabra! Jijiji
ResponderEliminarDudo siempre en a gusto/agusto, cada vez que lo pongo nunca lo recuerdo. Y eso de "solo" sin acento... me acabo de enterar!! Anda, anda... no me digas que tengo que ir por el blog modificando las entradas para quitarle el acento! Jaja
Buen post, María!
Un besillo!!
Jajaja a quitar acentos se ha dicho.
EliminarY ya seguro que con lo que has escrito se te queda que a gusto va separado. Además hay un anuncio en la tele que dice:
"A gusto con Nestle" y está escrito.
Con lo que más ayuda imposible. Jijijiji.
Un besillo.
No puede ser, el "solo" me ha complicado mucho ya, pasa que a veces cuando escribes, queda horrible y poco creíble poner todo el tiempo palabras terminadas en "mente"... ¬¬
ResponderEliminarYo no escribo muchos "mentes", porque tienes razón, pero a la hora de saber si iba acentuado o no, cambiaba la palabra por solamente, y escribía sólo con acento. Ya no hay que poner ese acento, así que dilema resuelto.
EliminarUn abrazo.
¡Hola! Primera vez que conozco tu blog y este tema me gusta especialmente porque soy una perfeccionista de escribir correcto y con dos niños de 14 y 11 años pues no hay día que no estemos hablando de como se dice esto o lo otro ,o como se escribe esto. ¡El español es tan rico y variado! Que incluso para los que tenemos buena ortografía nos causa dudas muchas palabras. A mí me resulta raro "imprimido" la verdad y sí sabía que solo ya se puede escribir sin tilde. ¡Uuyy el dequeísmo es complicado! A veces hay frases que te lo pide y no es correcto,jaja. Con los niños costó el Ay, hay, ahí .
ResponderEliminarHay cosas que me llaman mucho la atención como que han aceptado croquetas y coqretas", (no sé como se escribe esto). Yo que crecí en América me resultó llamativo que mucha gente por aquí dijera coqretas, incluido familiares míos mayores,jajaj.
Hola. Bienvenia por mi rinconcito.
EliminarUfff no entiendo porque han añadido cocretas o como se escriba. Hay palabras que por mucho que las diga la mayoría, están mal dichas, y no deberían de ser aceptadas. Esa es mi humilde opinión.
En fin, evolucionamos, y no siempre tiene que ser para mejor.
Un besillo.
Por todo lo expuesto, es que, por lo general se recomienda tener a mano, además del acceso a la red, un diccionario de dudas. En particular hago uso de uno de ellos de Manuel Seco. Y a propósito de tu artículo, justo hoy leí sobre un libro que sería interesante tenerlo: "Guía práctica de neoespañol, de Ana Durante, veterana profesional de la edición que se ha pasado años observando anomalías, analizándolas y recopilándolas, para llegar a la conclusión de que, sin que nos percatemos mucho, hay una “neolengua” o “Idioma Aproximado” (de ambas formas lo llama) que está suplantando al español tradicional que todavía muchos hablamos y escribimos." Aquí te aporto el enlace a la nota: http://elpais.com/elpais/2015/10/13/eps/1444759167_448535.html
ResponderEliminarAbrazo.
Me encanta el diccionario de Manuel Seco. De hecho antes lo usaba más cuandoe staba en la carrera. Ahora casi no lo cojo. Tendré que volver a las buenas costumbres.
EliminarPor supuesto echaré un vistazo al enlace, me parece muy interesante.
Un abrazo.