Jimmy
conducía el Mercedes por carreteras secundarias a más de doscientos kilómetros
por hora. A pesar de estar la policía alertada de no parar su coche, prefería
pasa desapercibido ante las miradas curiosas de los humanos, así que no cogía
las autopistas.
Beethoven
sonaba a todo volumen con su Claro de
Luna envolviendo el coche con sus notas. Jimmy pensaba en el pobre ser que
acababa de matar, sabiendo que hace unos años él podría haberse encontrado en
la misma situación. Suerte que conoció a Donald. Él fue el que lo sacó de aquel
infierno.
Rock is dead de Marilyn Manson lo sacó
de sus pensamientos.
- Jimmy
Red al habla.
- Soy
yo, Jimmy. Cambio de planes. Me ha llamado Thomas. Necesita nuestra ayuda, está
en peligro.
- ¿Qué
le pasa ahora al bueno de Thomas? ¿Demasiados cadáveres acumulados?
Jimmy
no entendía la relación de Donald con Thomas. Se conocían desde hacía mucho
tiempo, sí, pero eso no le daba motivos para seguir ayudando a un vampiro que
seguía alimentándose de los humanos a mansalva, sin importar las consecuencias.
- No
tenemos tiempo para tus ataques. Sabes dónde tienes que ir. Te esperaré allí.
No tardes.
- ¿Y qué
hago con la carga?
-
Quémala, desafortunadamente no nos servirá de nada.
- ¡Y
una mierda! Después de lo que me ha costado encontrarla.
- Jimmy
quémala y vente para aquí sin perder tiempo.
La
llamada se cortó y volvió a sonar Claro
de Luna en la radio. Jimmy gritó con rabia, sabiendo que tenía que hacerle
caso. La carga no llegaría. Y se expondría a muchas preguntas incómodas sí
encontraban la bolsa hermética.
Estaba
harto de Thomas, ya habían tenido que salir en su ayuda más de una vez. Se
exponía demasiado, y los humanos terminaban por descubrirlo. La última fue en
una fiesta. Había enamorado a una guapísima millonaria que lo estaba
subvencionando en sus investigaciones.
La
guapa millonaria, no era millonaria por méritos propios. Estaba casada con uno
de los hombres más ricos del país. La fiesta se organizó en la mansión que
tenían en el campo. Y fueron muchos de los hombres y mujeres más influyentes.
Thomas decidió que era buena idea acostarse con aquella mujer en la habitación
del viejo millonario. Tenía pensado convertirla y hacerla su banco particular.
Pero se torció todo aquella noche.
Uno de
los guardaespaldas del señor Moore pilló a los amantes en mitad del acto. La
sangre bañaba las sábanas blancas y la señora Moore cabalgaba a lomos de su
vampiro. No le dio tiempo a matar al guardaespaldas antes de que este avisara
al resto de los guardias.
Una
docena de muchachos fornidos entraron en la habitación. Thomas no previó que
entre ellos hubiera vampiros. Aun así eran jóvenes y consiguió acabar con
todos. Otros de la guardia intentaban sacar a los invitados sin que vieran nada
de lo que pasaba en el piso de arriba. Pero una viuda curiosa se acercó a ver
que causaba tanto jaleo. Fue partida en dos en medio del pasillo mientras huía,
la sangre cayó por la barandilla junto con los trozos desmembrados de la
señora. Muchos de los invitados vieron aquello.
Thomas
llamó a Donald en medio de aquella masacre, y siguió matando y mordiendo
invitados. Cuando nosotros llegamos el escenario era atroz. No quedaba nadie
con vida. El señor Moore había escapado y la señora Moore yacía en la cama
desangrada con una mueca de felicidad en la cara. Thomas la observaba a los
pies de la cama.
Se
maldijo mientras aceleraba el Mercedes por aquellas carreteras, se paró en un
desierto, sacó la bolsa, la embadurnó de gasolina y le acerco su zippo.
Salió
de allí antes de que las llamas alcanzaran su mayor apogeo. Tanto trabajo para
nada.
Intentó
tranquilizarse y se abrió un brick de aquel sucedáneo que lo alimentaba.
Magnifico María. Breve sí, pero intenso. Me ha gustado mucho la elección de la música. Y muy buena la escena de la fiesta. Me he imaginado a Jimmy y a Donald, como el Sr. Lobo de Pulp Fiction teniendo que limpiar todo ese desaguisado…Jajajaja.
ResponderEliminarRealmente es muy bueno María, gracias por la colaboración en la novela
Un abrazo.
Me alegro de que te guste, no sé sí queríais seguir por esos derroteros, pero me imagino que no todos los vampiros son iguales de disciplinados, jejeje
EliminarUn besillo.
No soy de vampiros, pero excelente!
ResponderEliminarMuchas gracias. Un poquito de todo.
EliminarUn besillo.
Cada vez lo vais poniendo más interesante. ;) Muy bien, María. :)
ResponderEliminarY más que se pondrá, jajaja.
EliminarUn besillo.
Me encanto la parte de la masacre fue sumamente bien escrita es un giro muy bueno en la historia me gusto mucho
ResponderEliminarMe gusta que te gute, jejeje. Me basé un poquito en la serie de televisión True Blood. Sí la has visto, podrás imaginarte mejor lo que pasaba por mi cabeza. Jajajaja.
ResponderEliminarUn besillo.
Trepidante y frenético capítulo, las palabras vuelan a la misma velocidad que el auto de Jimmy. La masacre en la fiesta es brutal. Una aportación al mundo vampírico de tremenda acción y continuando el hilo de los acontecimientos con pulso firme. Gran trabajo, María. Como dice Oscar, breve pero intenso... Añado: ¡Dos veces bueno!
ResponderEliminar¡Abrazo, Hermana de Letras y Colmillos! ;)
Muchas gracias Hermano de Letras. La verdad es que no hay vampiros sin sangre.
EliminarUn besillo.
Vaya continuación! Acción trepidante a raudales, no me imaginaba que continuaría de esta manera, pero supongo que todavía nos vamos a llevar muchas sorpresas más. Muy buen capítulo
ResponderEliminarBesos
Seguro que los vampiros nos traerán sorpresas.
EliminarUn besillo.