La reunión

                La sala estaba a rebosar de gente. Jamás habría pensado que hubieran venido tantos a su llamada. Levantó las manos para silenciar los murmullos.

                - Buenas noches a todos. Sé que es muy tarde para esta reunión, pero las sombras nos vienen bien para ocultarnos.

                Hizo una pausa para recorrer las caras que allí se hallaban, a muchos ya los conocía, y algunos eran desconocidos.

                - Os he reunido aquí porque ya estoy harta, y no soy la única. Así que he decidido dar el primer paso. Todos los que estamos aquí estamos cansados de la situación en la que nos han puesto, sin nosotros quererlo. Estamos hartos de que se nos humille y encima la gente se alegre por ello. Queremos justicia y que se nos conozca de verdad.

                Un murmullo de asentimiento envolvió la habitación.

                - Así que vamos a crear una propaganda para que la gente sepa de verdad quienes son los auténticos villanos. Para eso, tenemos que contar nuestra historia, mi secretario Peter tomará notas de todo lo que se diga aquí.

                Un hombre menudo con cara de ratón se levantó y saludó con la única mano que le quedaba.

                - Empezaré yo para abrir el hielo. Mi nombre es Maléfica. Todo el mundo me odia por haber querido matar a la niña de un hombre horrible, que me engañó y utilizó mi amor como basura. Yo he tenido suerte, porque hace poco contaron mi verdadera historia. Eso ha sido el comienzo, como veis, se puede conseguir.

                La sala entera comenzó a aplaudir. Un hombre en mitad de la sala se levantó.

                - Yo estoy harto de la nueva moda que hay de comida sana, la carne es mala y hay que comer más verduras y fruta. Se me ha juzgado siempre por querer una dieta exclusiva de carne. Pero cuando el señor Dukan la puso de moda, nadie se quejó.

                - Muchas gracias Hannibal por compartir tus experiencias. ¿Alguien más?

                - Me llamo Anakin. Muy pequeño me separaron de mi madre para trabajar en algo que yo no había pedido. Me explotaron porque yo tenía algo especial. Y cuando quise ir a salvar a mi madre en peligro, me detuvieron. Me enamoré y tampoco me dejaron estar con mi amada y para colmo me quemaron vivo hasta convertirme en un despojo humano.

                El auditorio rompió en aplausos y en vítores, y Darth Vader saludó con una sonrisa, aunque nadie la vio.

                - Yo me llamo James y estoy condenado a vivir toda mi vida rodeado de niños. No me gustan, por eso no tengo los míos propios, y aun así tengo que aguantar su cacareo todos los días de mi vida. Esta sociedad desprecia a las personas que no les gustan los niños.

                - Me llamo Erik y siempre he estado perseguido por pertenecer a una minoría. Me tatuaron la piel como a una vaca y después fui perseguido junto a los míos por el miedo que producía el ser diferente. Yo quería defender a toda mi gente, y por eso fui juzgado.

                - Yo soy Tom. Siempre he estado solo, nadie me ha querido. Y yo solo quería lo mismo que Erik, buscarle un sitio a los míos.

                - Me llamo Úrsula y estoy harta de seguir las normas del déspota de Neptuno. Ayudo a los seres del mar, a aquellos que él no quiere ayudar.

                Así, uno a uno se levantaron contando su verdadera historia. Maléfica sabía que había conseguido lo que quería. Había reunido a muchos, y pronto se unirían los que faltaban. Su momento había llegado.