Mi hija
mayor de cinco años nos ha pedido una mascota. Sí, y diréis que como todos los
niños. Sí como todos los niños ha llegado a esa fase en la que quiere una
mascota. Sé que me repito, pero necesito afianzar la idea en mi cerebro.
Ha
empezado el cole, y se ve que los escarabajos han descubierto que alrededor de
él se está muy a gusto. Porque el suelo está plagado de ellos. Pero ellos no
esperaban a los niños. En los pocos días que llevamos, mi hija mayor ya ha
traído dos escarabajos a casa.
A mí no
me importa mucho, porque sí os soy sincera, me pasaba la vida en el patio de
mis abuelos cazando bichos y salamanquesas. Pero su padre es más reticente a
que los traiga. Más que nada, por preservar la vida del pobre insecto. Ya que
vienen medio muertos y desorientados.
La cosa
comenzó con la caza de los bichitos en el colegio. El año pasado ya se
divertían buscándolos. Ahora, hace unos días, mi hija me pidió una caja para
poder llevarse los queridos escarabajos a casa como mascotas. Porque uno de sus
amigos había llevado una. Así que le di un taper pequeñito para que los
metiera.
Ese
mismo día me trajo el escarabajo, que conseguí que soltara antes de que llegara
a casa. Tenía que vivir y buscarse su propia comida. Al día siguiente se trajo
otro. Este no hubo manera de que lo soltara, así que se lo llevó a casa. La
intentamos convencer para que lo dejara en la terraza, explicándole que tiene
que vivir libre, y que no es un animal para estar encerrado.
Lo
soltó, pero con el ruego de que quiere una mascota. Una mascota.
Y aquí
os cuento mi vida con las mascotas. Yo he tenido varias mascotas, peces,
tortugas, pollos, un conejo, una gata y los perros que tenían mis abuelos, que
como pasábamos tanto tiempo en su casa, eran como nuestros.
Teníamos
una gata que sacamos de la calle y que era muy arisca. No se iba con nadie, y
la única a la que dejaba acercarse era a mí. Pero tuvimos que darla después de
13 años con nosotros porque cuando nació mi hija mayor se le bufaba, y nos daba
miedo dejarla sola con ella. Lo pasamos muy mal, pero por lo menos le buscamos
un lugar genial para gatos.
En fin,
mi hermana tiene un perruchillo desde cachorro. Un yogüi, como decimos cuando
vemos otro labrador por la calle. Es precioso, cariñoso y juguetón. A pesar de
ser ya un viejito, aún se cree cachorro. Mis hijas lo adoran. Él no tanto a
ellas, porque es un poco celosón. Pero les deja que lo acaricien y que se
tumben encima si ellas quieren. Es muy bueno.
A lo
que iba, que me enrollo como una persiana. Yo he estado con animales toda mi
vida. Los perros me han acompañado a lo largo de ella. Pero de un tiempo a esta
parte, cada vez que he estado con alguno, los ojos se me ponen como tomates y
me pica todo el cuerpo. ¿Una alergia de mayor no detectada? Ni idea. Pero me
pongo fatal, y tengo que estar una semana con suero en los ojos. Y es que no
puedo evitar estar con perros y gatos y no tocarlos. Es algo superior a mí.
Así que
le dije a mi hija que no podíamos tener una mascota con pelo, porque soy
alérgica. Sé que no está diagnosticada. Pero no me quiero arriesgar. Y es que
sé lo que es una mascota para un niño. Y lo sé porque yo las he tenido.
Imaginaros que cogemos un perrillo o un gatillo, y al final soy alérgica. Otro
pobre animal al que hay que buscarle otro hogar.
Ayer
habló su padre con ella y quedaron en ir a buscar un pez. Con lo que ahora
tendremos que ir a comprar una pecera para que mis niñas tengan su mascota. Ya
os contaré mi nueva aventura animal.
Difícil asunto de resolver, María, porque me temo que tus niñas seguirán queriendo una mascota algo más animada que un pez y que se pueda llevar de paseo. No me gustaría estar en tu situación, va a ser una negociación dura!! :D
ResponderEliminarYo solo he tenido gusanitos de seda y una tortuga, pero me daba un repelo tremendo que me rozaran. Creo que lo mío no son los animales, aunque tampoco es una fobia diagnosticada. Ya ves que ni soporto los guantes forrados de pelillo por el malestar que me producen... :(
Un besillo grande de domingo!!
Ya tenemos los peces. Se pasan ahora los ratos mirando la pecera, en vez de la tele. A ver lo que les dura, jejeje.
EliminarUn besillo.
Yo no he tenido mascota, solo un pastor alemán en el pueblo, que murió de una epidemia con la misma edad que yo, 7 años. Uy lo que lloré. Pero no soy muy compatible con los animales.
ResponderEliminarPeces sí que he tenido, y creo que es una buena forma de que se encariñe con su mascota , y la cuide en el hábitat que necesita. Es una buena elección.
Un besote.
Da mucha pena cuando se mueren. Pero la verdad es que es ley de vida.
EliminarLos peces ya los tenemos en casa. Y les encantan.
Un besillo.
Ayyyyy, María.
ResponderEliminar10 años han tardado en convencerme de adoptar a Sam!! Es una decisión complicada sobre todo cuando somos de esos papás y mamás que queremos que nuestros hijos se responsabilicen de sus mascotas y no sea un capricho del que "pasar" cumplido el deseo de adquirirlo.
Enhorabuena por la elección y felicidades a esos pececillos y a tus hijas, seguro que ellos van a recibir todas las atenciones y el cariño que necesitan y ellas van a disfrutar muchísimo cuidándolos.
Besos a toda la familia ahora ampliada.
Ayyy veremos a ver donde llega esta nueva aventura. Es que los peques deben responsabilizarse de sus mascotas. Saber que son seres vivos y que dependen de nosotros.
EliminarMuchas gracias.
Muchos besos.